Contratar y conservar el talento femenino es una de las asignaturas pendientes de muchas compañías. Existen todavía muchas dificultades para que las mujeres lleguen a cargos de responsabilidad y de mando: sólo un 9 por ciento llegan a puestos de liderazgo. Además, existe la conocida brecha salarial que provoca mucha desilusión entre las trabajadoras.
Sin embargo, recientes estudios económicos aseguran que la economía podría crecer sustancialmente si el talento femenino fuera bien aprovechado a nivel empresarial. Es decir, si las compañías apostasen por las mujeres llenarían su necesidad de talento a la par que serían más competitivas en sus respectivos sectores. Además, contribuirían a dar un gran salto a la sociedad en el ámbito de igualdad de género.
Por si esto fuera poco, los datos muestran que las mujeres se comprometen más con el trabajo. Además, las empresas donde existe una alta representación femenina en puestos decisivos, son organizaciones más innovadoras y eficientes. Esto significa que además de razones morales, existen razones puramente económicas para romper con esta injusticia histórica.
Si las compañías apostasen por las mujeres llenarían su necesidad de talento
Tal y como apuntaba Dale Carnegie, el valor más importante de una organización es el potencial humano. En una época donde las nuevas tecnologías han irrumpido fuertemente en el mundo laboral, esta premisa de Carnegie sigue vigente más que nunca. Actualmente una empresa puede diferenciarse y destacar respecto a otras, gracias a las ideas y a la innovación. Pero, además, tal y como afirmaba Carnegie, la competitividad de una empresa depende en gran medida de las habilidades personales de sus empleados.
Las barreras del talento femenino
Actualmente persisten ciertas barreras y dificultades para la incorporación y la promoción de las mujeres en el mundo laboral. La maternidad y la dedicación a la familia siguen siendo un obstáculo. Las empresas no acaban de ofrecer flexibilidad a las trabajadoras para que puedan conciliar su vida personal y profesional. Esto es debido a que se le otorga más importancia al presentismo, un concepto totalmente anacrónico hoy en día. Trabajar por objetivos es una forma mucho más lógica, efectiva y justa para todos.
Las encuestas manifiestan que, aunque ha habido avances en las últimas décadas, no se ha dado una incorporación total e igualitaria de las mujeres en el mundo laboral. No obstante, lo que parece evidente es que la integración del talento femenino en las empresas es un requisito necesario para su crecimiento y desarrollo. Las tendencias económicas y tecnológicas así lo demuestran.
Las mujeres son imprescindibles en la era digital
Muchos estudios revelan que las empresas tecnológicas requieren mucho personal formado. En este sentido, las mujeres graduadas en la universidad superan ya a los hombres. Además, todo apunta a que dentro de poco casi todas las empresas serán tecnológicas, lo que requerirá la incorporación de más talento y de más perfiles digitales.
Por todo lo visto, es necesario que las empresas tengan como prioridad la diversidad de género en su plantilla. Aquellos que logren mantener y promocionar a las mujeres serán los más competitivos. El talento femenino se dibuja como el poder clave para el crecimiento de las compañías del futuro.