BBVA Research prevé que el crecimiento del PIB de Murcia se acelere en el próximo bienio hasta situarse en el 2,0% en 2019 y el 1,6% en 2020. Así lo indica el Servicio de Estudios de BBVA en su último informe ‘Situación Murcia’, presentado este miércoles por el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y David Conde, director de la Territorial Este de BBVA. De cumplirse estas previsiones se podrían crear 13.000 empleos entre el fin de 2018 y el de 2020, lo que llevaría a reducir la tasa de paro hasta el 14,3%.
En 2018, la actividad de la economía murciana se desaceleró intensamente hasta el 1,5%, tras el 3,1% alcanzado al cierre de 2017. Esto se explica por distintos factores. Por un lado, el freno en el sector industrial, tras dos años de elevado dinamismo. Por el otro, un consumo privado que se desaceleró como consecuencia de que los vientos de cola que lo habían impulsado pierden potencia, por el agotamiento de la demanda embalsada y el menor dinamismo en la creación de empleo. Así, el tono positivo de la inversión privada y el impulso del sector público, tanto a través del consumo como de la inversión, junto al comportamiento favorable del turismo, fueron insuficientes para mantener el ritmo de crecimiento de años anteriores.
EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA MURCIA ACELERARÁ EN 2019 Y 2020. En el inicio de 2019, los datos disponibles muestran una tendencia de aceleración de la economía de Murcia, respecto al año anterior. El Servicio de Estudios de BBVA prevé que el PIB de la región crezca un 2,0% en 2019 para desacelerarse ligeramente hasta el 1,6% en 2020, en línea con lo que sucede en el conjunto de España. Con ello, la región enlazaría siete años de recuperación.
En este contexto, diversos factores contribuirán a mantener el ritmo de crecimiento de la economía murciana. Por un lado, hay factores temporales que ayudarán a mantener el dinamismo de la demanda interna. El mantenimiento del impulso fiscal en la primera parte de 2019 y diversos impulsos a la renta disponible (aumento del salario mínimo interprofesional, incremento de los salarios públicos y de las pensiones) han posibilitado un comportamiento del consumo mejor del esperado hace unos meses. Además, una política monetaria algo más laxa y un precio del petróleo, que se sitúa en niveles inferiores a los observados los últimos años, están impulsando el consumo de los hogares murcianos y la inversión de sus empresas.
Sin embargo, algunos de estos factores deberían revertir en próximos meses. Así, los aumentos de salarios podrían traducirse en un menor dinamismo en el crecimiento del empleo. Adicionalmente, el dinamismo en el gasto público deberá revertirse, ya que en 2018 se incumplió el objetivo de déficit autonómico. Como consecuencia, en 2020 la demanda interna podría volver a desacelerarse.
Por su parte, en el exterior se espera una progresiva mejora de la demanda mundial, que debería impulsar las exportaciones, frente a la debilidad que mostraron a finales de 2018 debido a la fuerte desaceleración de los productos energéticos. En el primer trimestre de 2019, las ventas al exterior continuaron creciendo, apoyadas principalmente por los alimentos y los bienes de equipo. Para los próximos dos años se espera que un euro más depreciado, por el menor crecimiento de la eurozona y el tono expansivo de la política monetaria impulse las exportaciones a países fuera de la Unión Monetaria. Todo ello supondría una ventaja para la economía murciana mayor que para otras CCAA, dado el mayor peso que las exportaciones fuera de la eurozona tienen en el PIB de la región.
Por el contrario, en el inicio de 2019 el sector turístico muestra señales de ralentización (sobre todo en el segmento de extranjeros) y, para los próximos semestres, las previsiones apuntan a un escenario menos favorable. A los factores que limitan el crecimiento del comercio con la eurozona hay que añadir la recuperación de los mercados competidores y el menor dinamismo de la demanda interna española.
EN TORNO A 13.000 NUEVOS EMPLEOS. De cumplirse el escenario previsto, entre el final de 2018 y el de 2020, se podrían crear en Murcia unos 13.000 nuevos puestos de trabajo, lo que permitiría reducir la tasa de paro hasta el 14,3% al final del periodo, todavía 1,8 p.p por encima del mínimo alcanzado en 2008. En este sentido, los primeros datos de 2019 apuntan a que el mercado laboral mantiene un buen tono de crecimiento. Con todo, a finales de 2020 el nivel de empleo aún se situará casi 4,6 p.p por debajo del nivel precrisis.
Sin embargo, la recuperación del empleo es heterogénea entre las áreas urbanas de la región. Así, los datos muestran que las divergencias se mantienen, ya que la ciudad de Murcia y su entorno urbano presentan un mayor dinamismo en la creación de empleo que los municipios no incluidos en áreas urbanas o el entorno de Lorca y Cartagena.
A esto se añade el significativo nivel de temporalidad, el elevado paro juvenil y de larga duración. Por tanto, BBVA Research señala la necesidad de impulsar medidas que reduzcan la vulnerabilidad de la economía y que favorezcan la formación y la inserción de estos colectivos.
FACTORES DE INCERTIDUMBRE. En el escenario global los riesgos más evidentes son el aumento de las tensiones comerciales y los anuncios de mayores tarifas arancelarias entre Estados Unidos, la UE y China. Un posible conflicto comercial situaría a Murcia ante un entorno de menor avance de la economía mundial. En Europa, también se añade el menor crecimiento previsto para la eurozona y la inquietud por la mayor probabilidad de salida sin acuerdo del Reino Unido. En este caso, la región se enfrentaría a un riesgo mayor que otras comunidades, dada la elevada exposición al mercado británico, fundamentalmente, a través del turismo y de las exportaciones de alimentos.
A nivel doméstico, a la elevada incertidumbre de la política económica se suman las dudas sobre los efectos de algunas de las medidas ya tomadas (como los cambios en el mercado inmobiliario), que han afectado a la confianza de los agentes y a sus decisiones de consumo e inversión. Asimismo, el aumento del salario mínimo tendrá efectos negativos sobre el crecimiento y la creación de empleo a largo plazo, en la medida que no venga acompañado de políticas que mejoren la productividad. Finalmente es necesario continuar el proceso de consolidación fiscal en una fase menos favorable del ciclo, lo que supone una vulnerabilidad para la economía murciana. La consecución del objetivo de estabilidad de 2019 requiere un fuerte ajuste del gasto autonómico, que parece difícilmente realizable.