La pandemia de coronavirus ha golpeado con fuerza los resultados de Ryanair, la aerolínea líder del sector del bajo coste en Europa, y en su primer trimestre fiscal (abril-junio) sufrió una pérdida de 185 M€, en lo que la compañía irlandesa califica como el periodo "más difícil" de sus 35 años de historia.
El impacto ha sido también moral, pues se trata de la primera vez en la que la compañía radicada en Dublín no ha obtenido beneficios entre abril y junio, meses que en los que, por ejemplo, ganó 243 M€ hace un año.
En el lado positivo, Ryanair destacó este lunes que la cifra de pérdidas es menor que la prevista hace unas semanas, cuando la situó en 232 M€, pero advirtió de que es "imposible" predecir si ganará dinero al final del año fiscal (31 de marzo) debido a las incertidumbres que presenta la pandemia.
"Nuestro mayor temor ahora es una segunda ola de casos de COVID-19 en toda Europa a final de otoño, cuando comienza la temporada de gripe", expuso el consejero delegado del Grupo Ryanair, Michael O'Leary, en el informe de resultados publicado hoy.
En ese escenario, el restablecimiento de confinamientos y restricciones fronterizas traerían de vuelta los números fantasmagóricos que ha registrado la aerolínea durante el primer semestre, cuando transportó solo 500.000 pasajeros, el 99% menos que en 2019.
Antes, no obstante, otras medidas de contención ante el virus podrían también tener un impacto enorme sobre el sector de la aviación y el turismo, tal y como advirtió el director financiero de Ryanair, Neil Sorahan.
A pesar de que el Gobierno británico ha vuelto a imponer una cuarentena a los viajeros que lleguen desde los aeropuertos españoles, el directivo aseguró que la compañía seguirá operando su programa de vuelos habitual entre el Reino Unido y España.
En declaraciones a la cadena BBC, Sorahan reiteró que el "mercado permanece abierto" y que el "calendario sigue en activo", por lo que continuarán operando desde y hacia España "con normalidad".
Precisó que la compañía "mantiene bajo revisión" todas sus operaciones al mismo tiempo que sigue reactivando su programa de vuelos, después de cancelar el 99% de sus trayectos durante "casi cuatro meses", desde mediados de marzo hasta finales de junio.
En consecuencia, la facturación de Ryanair cayó el 95% en el primer trimestre respecto al año anterior, hasta los 125 M€, pero, al mismo tiempo, redujo sus costes el 85%.
No obstante, el mercado ha reaccionado negativamente a sus resultados y las acciones de Ryanair caían esta mañana el 7,84%, hasta los 10,05 euros por cada participación.
Los expertos opinan que los inversores han recibido con reservas las previsiones de tráfico de la aerolínea para el presente ejercicio fiscal, en el que pronostica que transportará apenas 60 millones de pasajeros, el 60% menos.
Ryanair también recordó que el 99% de su flota permaneció en tierra durante las restricciones y provocó miles de cancelaciones, aunque señaló que prevé concluir la devolución de más del 90% de ellas para finales de este mes.
Después de dejar en tierra en torno al 99% de sus aviones a principios de marzo, comenzó a operar el 40% del programa de vuelos habitual a finales de junio, aprovechando la desescalada inciada en varios países.
La compañía irlandesa estimó que podría restablecer durante agosto el 60% de su programa de vuelos y el 70% en septiembre, lo que debería reducir las pérdidas durante este trimestre.
En este sentido, O'Leary confió en que sus aviones podrían registrar un índice de ocupación de en torno al 70% durante julio, mientras que el habitual se sitúa por encima del 95% en esta época del año.