El grupo Inditex perdió 409 millones de euros en su primer trimestre fiscal, cerrado el 30 de abril, después de que las medidas impuestas para atajar la propagación del Covid-19 en el mundo hicieran que sus ingresos cayeran un 44,27% respecto a un año antes.
Así lo ha detallado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el grupo, propietario de cadenas como Zara o Bershka, que con estas cuentas registra las primeras pérdidas trimestrales de su historia, frente a una ganancia de 734 millones en el primer trimestre fiscal de 2019.
Al mismo tiempo, las ventas online crecieron un 50%, en el trimestre, con un incremento del 95% en abril respecto al año anterior. En la actualidad suponen el 14% del total de la facturación. La compañía ha decidido provisionar 308 millones de euros para la ejecución del plan de impulso a online y actualización de tiendas.
El margen bruto se situó en el 58,4% de las ventas (frente al 59,5% de hace un año), lo que, según el grupo, refleja la capacidad de reacción de su modelo de negocio para ajustarse a la demanda, con un inventario que a cierre del trimestre fue un 10% inferior al del ejercicio anterior.
Los gastos operativos se lograron reducir en un 21% y la posición financiera neta se situó en 5.752 millones de euros, frente a los 6.660 de hace un año.
Estos factores, según la compañía, han permitido limitar la caída del resultado de explotación, que registró una pérdida de 508 millones, frente a los 980 millones que ganó un año antes; y del beneficio operativo (ebitda), que retrocedió el 71%, hasta los 484 millones.
Además de los resultados, Inditex ha presentado su actualización estratégica hasta 2022 que incluyen invertir unos mil millones en el ámbito digital, con el objetivo, entre otros, de que las ventas online alcancen más del 25% del total en 2022.
