El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, ha expuesto en Madrid las medidas puestas en marcha por el Gobierno regional para impulsar el emprendimiento y la creación de empresas y destacó el modelo económico aplicado en la Región “para extraer todo el potencial que atesora y que hace que estemos en las mejores condiciones para hablar de futuro”.
“Somos uno de los lugares de España que más destaca en el conjunto nacional por su potencial en la creación de empresas”, dijo López Miras en los Cursos de Verano de San Lorenzo del Escorial, organizados por la Universidad Complutense de Madrid, donde participó como ponente para hablar de ‘Nuevos retos para autónomos y emprendedores’.
Recordó que “en la Región hay alrededor de 100.000 emprendedores y en lo que llevamos de año se crean cada día ocho empresas, tres más que la media nacional”. En el impulso de esa capacidad emprendedora, dijo, “son muy importantes las políticas que aplicamos los gobiernos”.
Entre las medidas puestas en marcha por el Gobierno regional, destacó la Ley de Simplificación Administrativa, que ha permitido reducir los trámites y trabas para poner en marcha una empresa, y otras que aseguran que “ningún proyecto emprendedor innovador y con alto potencial se quede sin financiación con la que afrontar los difíciles momentos iniciales”.
En este punto, se refirió a las subvenciones al establecimiento como autónomos de hasta 9.900 euros, a las que se suma la Cuota Cero, por la que jóvenes y parados de larga duración están exentos de pagar la cuota mensual durante el primer año, y pagan una tarifa plana de 50 euros el segundo. “Con estas medidas damos un primer empujón a proyectos emprendedores, pero lo que verdaderamente nos interesa es su consolidación y crecimiento”, dijo López Miras, quien consideró fundamental “apostar por la internacionalización y la innovación, que redundará en más y mejor empleo”.
HERRAMIENTAS. Entre esas herramientas apuntó el Plan de Promoción Exterior de la Región, la Agenda para el Impulso Industrial y Tecnológico, dotada con más de 144 millones, y el Plan Renace, que supone una segunda oportunidad para empresarios y emprendedores. Remarcó especialmente la nueva Estrategia Regional de Emprendimiento, con 176 millones hasta el año 2021 para potenciar la creación de 12.000 nuevas empresas.
“Ahora -dijo- estamos centrados en la construcción de un nuevo modelo económico y en la configuración de la Región que quiero en el futuro”. Entre los activos de la Región subrayó que “es una comunidad joven y dinámica, con el segmento de población joven más amplio de España, con una posición estratégica en el Mediterráneo y sectores punteros”.
Según el presidente, “si ensanchamos las capacidades productivas de nuestros sectores estratégicos, si bajamos los impuestos y ayudamos a las empresas, si controlamos las cuentas públicas, si formamos más y mejor a los parados, y si educamos mejor a los jóvenes, tendremos una región líder”.
RECOBRAR PROTAGONISMO. Durante su intervención, el presidente defendió la necesidad de que “la sociedad, las personas, tiene que recobrar protagonismo frente al Estado”, y remarcó su apuesta por seguir poniendo en marcha medidas “para convertir a la Región de Murcia en un espacio de libertad económica que siga liderando la creación de empleo y la previsión de crecimiento”.
Resaltó que en la Región “hemos eliminado el injusto impuesto de Sucesiones y Donaciones”, destacó que “somos la comunidad que más ha crecido desde 2010” y que las previsiones indican que este año habrá un crecimiento del 3,3%, de nuevo por encima de la media. También que “estamos creando más y mejor empleo que el resto de autonomías”, y que la tasa de paro está a niveles de 2009, con menos de 100.000 parados.
No obstante, dijo el presidente, “todas estas medidas no pueden ser ajenas al marco político nacional”, y consideró que hay tres aspectos “que suponen un lastre para el desarrollo de nuestro potencial”, en referencia al empleo y la importancia de la formación, la unidad de España y la insolidaridad en materia de agua o financiación, así como la escasa voluntad de los partidos políticos para llegar a acuerdos.
