jueves. 28.03.2024

 

El barómetro del Colegio de Economistas de la Región de Murcia, que ha sido presentado por el decano, Ramón Madrid, acompañado por José Carlos Sánchez de la Vega, director técnico del Barómetro, y por Patricio Rosas, director del Servicio de Estudios Económicos del Colegio  constata la situación ‘entre dos aguas’ de la Región de Murcia, una comunidad autónoma cuyas fortalezas (los colegiados de la institución comandada por Ramón Madrid señalan principalmente su naturaleza exportadora, sus recursos naturales y su cultura para el aprovechamiento de los escasos recursos hídricos) la empujan a crecer pero que se ve lastrada por sus tres debilidades endémicas (la falta de agua, el retraso de las infraestructuras y el excesivo endeudamiento).

 

¿Crecería la Región por encima del 3,3% del año pasado en caso de abundancia de agua o que ya dispusiera del AVE o del aeropuerto en funcionamiento? José Carlos Sánchez de la Vega, director del Barómetro aseguró que no se puede establecer una proporción exacta para saber cuánto más crecería Murcia sin esos lastres, si bien sí que permitiría afrontar las partes recesivas de los ciclos económicos desde una posición más sólida y estable. Vamos, que eliminar las debilidades, más que un impulso para la economía, supondrían un colchón para que las crisis fueran mucho más suaves, sin tanta destrucción de empleo o retroceso económico.

 

Esta es una de las conclusiones de la toma de temperatura que hacen los economistas a una economía regional que también se ve afectada por los vaivenes políticos de los últimos tiempos. “Al inversor no le mueven los colores políticos, sino la estabilidad o la falta de ella. Un inversor en general no prefiere a un partido o a otro, pero todo cambio genera incertidumbre”, puntualizó Ramón Madrid, decano del Colegio.

 

Con todos estos ingredientes, se cocina un plato plano, en el que la economía regional mejora muy levente, pero que al menos consolida el ‘aprobado’ (5,4 es la nota que los encuestados le ponen, y la brecha con la economía nacional se reduce muy pausadamente. De hecho, la nota apenas aumenta una décima sobre el Barómetro de diciembre de 2017, mientras que la economía nacional mantiene ahora el 5,94 que obtuvo entonces. Mejor nota recibe la economía de la Unión Europea: un 6,42.

 

EVOLUCIÓN PLANA. De cara al próximo semestre, no hay mucho mejores perspectivas. Los colegiados apuestan por una evolución plana en el corto plazo para la Región, y son menos optimistas para el país. Este enfriamiento de las expectativas se debe a la mayor incertidumbre política percibida, pues la encuesta se realizó en plena moción de censura, con la subida al poder de un Pedro Sánchez con apenas 84 escaños y apoyado por una heterogénea variedad de partidos.

 

Con todo, los economistas creen que todos los sectores económicos de la Región crecerán en los próximos seis meses, con Turismo, ocio y hostelería, Logística y transportes, Industria Agroalimentaria y Nuevas Tecnologías de la Información y comunicaciones con mejores expectativas.

 

En el extremo opuesto, los sectores del Comercio minorista, Otra industria (metal, textil, calzado, muebles, etc.) y Financiero, seguros y servicios avanzados son los sectores para los que se espera un menor dinamismo, obteniendo puntuaciones inferiores a la media (3,16 sobre 5).

 

De nuevo la situación actual de las economías domesticas se sitúa por debajo de la de las empresas, incrementándose la brecha, de tal forma que, aunque la valoración es casi idéntica en el caso de las empresas, es también algo peor para las familias.

 

PROLONGAR LA VIDA LABORAL PARA GARANTIZAR LAS PENSIONES. ¿Es viable el actual sistema de pensiones? Los economistas murcianos no lo tienen claro. Los factores demográficos y las variables ligadas al funcionamiento del mercado de trabajo son las consideradas más relevantes en el contexto de la viabilidad del sistema.

Sobre las medidas que deberían ser prioritarias en una posible reforma del sistema destacan la mejora de la calidad y cantidad del empleo y la implementación de medidas para aumentar la población activa.

 

Respecto al grado de aceptación de algunas de las más importantes medidas incluidas en las reformas de 2011 y 2013, el factor sobre el que se expresa un mayor grado de acuerdo y que destaca sobre los demás es el relativo a los incentivos a la prolongación de la vida laboral, siguiéndole en valoración el endurecimiento de las condiciones para la jubilación anticipada.

 

El retaso de la edad de jubilación y el cambio en el criterio de actualización de las pensiones son las medidas sobre las que se detecta un mayor desacuerdo.

 

La eliminación del tope a las bases máximas de cotización y la limitación de las bonificaciones y exenciones a las cotizaciones son las propuestas con menores apoyos.

 

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