viernes. 19.04.2024

 

La banca española endureció "ligeramente" los criterios de aprobación de préstamos a empresas durante el primer trimestre de 2017, especialmente a las pymes, en tanto que los mantuvo estables en la financiación a los hogares para adquisición de vivienda y los relajó para consumo y otros fines.

 


Esta es una de las conclusiones que se extraen de la Encuesta sobre Préstamos Bancarios, publicada hoy por el Banco de España, que añade que en los países que forman parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM) la oferta se relajó ligeramente en todos los segmentos.



Asimismo, las entidades encuestadas constataron un incremento generalizado de la demanda de crédito tanto en España como en la UEM, añade el informe, que también espera que este aumento continúe en el segundo trimestre.

 


Tanto las entidades españolas como las del área del euro han percibido una mejoría de las condiciones de acceso a los mercados mayoristas, mientras que en los minoristas se han mantenido estables en España y han evolucionado de forma heterogénea en la UEM.



Los niveles de exigencia de los criterios de aprobación de créditos para las entidades de ambas áreas geográficas son, en la actualidad, moderadamente más estrictos que los observados en promedio desde 2003.



En cambio, son algo más laxos en comparación con los niveles medios desde 2010 en España, o similares en la UEM.



El programa ampliado de compra de activos del BCE, durante los últimos seis meses ha seguido contribuyendo a la relajación de las condiciones de los préstamos en ambas zonas, explica la encuesta.

 


Tanto las entidades españolas como las de la UEM señalaron que el tipo de interés negativo de la facilidad de depósito del BCE, es decir, el hecho de que la citada entidad les cobre por los fondos que depositan, ha propiciado una reducción de los ingresos netos por intereses durante los últimos seis meses.



La repercusión de esta medida sobre las condiciones de los nuevos préstamos en España ha sido reducida, mientras que en la UEM se ha notado más y ha contribuido a que los tipos de interés y los márgenes bajen de forma generalizada.

La banca se vuelve a poner dura con el crédito a las empresas