3 de mayo de 2017, 11:20
A nadie le amarga un dulce, ¿verdad? Pues una palmadita en la espalda de vez en cuando, tampoco. La palabra 'feedback' en inglés significa retroalimentación. Este término se utiliza en el ámbito empresarial para definir la opinión o reacción de alguien versus a un resultado. Es una herramienta indispensable para impulsar y alentar a un equipo hacia la consecución de objetivos determinados.
Un buen feedback es una pieza clave del liderazgo pero no todo vale. Dale Carnegie recopiló buenos consejos para motivar a los equipos mediante el feedback como herramienta.
- Reconoce una fortaleza. Identifica una cualidad positiva en un colaborador o empleado, explícale en qué medida y por qué esta fortaleza es importante y relevante para el equipo y la empresa. Esto le motivará y la alentará para seguir en esa dirección y después ella misma podrá observar cómo progresa hacia los objetivos propuestos.
- Sé breve. Un feedback de 10-20 segundos como máximo es ideal. Al ser corto y conciso permitirá que nuestro mensaje sea más potente y efectivo. Si somos breves y claros, lograremos captar toda la atención de la persona durante ese momento y el impacto será mayor.
- Centrarse en la otra persona. Recordemos que somos nosotros quienes tratamos de reforzar la autoconfianza de la otra persona y que, por lo tanto, debemos centrarnos en ella. Le hablaremos sobre aquello que le interesa y le importa a ella. Utilizar ejemplos concretos y evidencias nos ayudará a reforzar nuestro mensaje y a hacerlo más ajustado a la realidad.
- Feedback positivo y 'negativo'. el 3x1 Demuestra a la otra persona que eres capaz de identificar elementos para dar tres feedbacks positivos por cada feedback de mejora (mal llamado “feedback negativo”) que des. Identificar elementos para dar Feedback negativo lo puede hacer cualquiera. Sólo los buenos lideres son capaces de aplicar el 3x1: es decir dar tres feedback positivos por cada feedback de mejora que den.
- Conseguir feedback del grupo. Buscar maneras de fomentar el feedback entre las personas que forman nuestro equipo de trabajo resulta clave. La retroalimentación entre compañeros ayuda a construir confianza en cada individuo y refuerza la cohesión del grupo. Es una herramienta clave para el progreso exitoso hacia la consecución de los objetivos propuestos.