viernes. 19.04.2024

 

 

La Región de Murcia es la comunidad autónoma española más expuesta a los posibles efectos del brexit. Esta es una de las conclusiones más llamativas del estudio 'Situación Murcia', elaborado por BBVA Research, sobre la situación de la Región. Esta conclusión se alcanza al constatar la dependencia de la Región de Murcia y sus exportaciones del mercado británico: el Reino Unido es el principal destino de exportación de los productos agroalimentarios murcianos, pero al mismo tiempo los turistas británicos son los que más apuestan por la costa murciana, y los británicos son asímismo los extranjeros que más casas compran en la Región.

 

Así pues, los términos de la negociación en la que se decida la salida de UK de la Unión Europea determinará buena parte del futuro económico de la Región a partir de 2019. De hecho, Miguel Cardoso, encargado de presentar el estudio, señaló que "los expertos de BBVA estimamos que cada punto de variación en el PIB de Reino Unido se refleja en 0,4 o 0,5 puntos del PIB de Murcia".

 

El efecto negativo del Brexit se notará, pues, en el PIB murciano de 2019 y siguientes. Mientras tanto, más a corto plazo, BBVA Research ve motivos para elevar sus previsiones de crecimiento de la Región para 2017: se eleva del 2,9% al 3,4% para este año (para España, el crecimiento previsto es del 3%), mientras que se mantiene en el 2,7% para el año que viene. Se constata la dinamización de la economía (sobre todo en los últimos seis meses), pero no es feliz. Hay debilidades sobre todo amenazas: además del brexit, el endeudamiento, el déficit, la evolución de los precios...

 

...pero, de momento, confirma que la recuperación de la economía murciana continuará tanto este año como el siguiente, y se prevé un crecimiento del PIB del 3,4% en 2017 y de un 2,7% en 2018. Así lo indica el Servicio de Estudios de BBVA en su último informe ‘Situación Murcia’, presentado hoy por Miguel Cardoso y Carlos Rodríguez. BBVA Research estima que en estos dos años podrían crearse en torno a 41.000 empleos, y que la tasa de paro se reducirá hasta el 16,9 % al final de 2018.


El informe ‘Situación Murcia’ apunta a que la economía de la región avanzó a un ritmo del 3,1% durante 2016 por el dinamismo de la demanda interna, especialmente en el consumo privado, que se vio impulsado por la mejora de la confianza, la reducción de los tipos de interés, el aumento de las nuevas operaciones de crédito y la disminución de la presión fiscal.


En el inicio de 2017, los datos disponibles apuntan a que el crecimiento del PIB podría haberse acelerado otra vez hasta el 4,0% en términos anualizados. Hacia delante, se espera que el ritmo de crecimiento de Murcia se sitúe en torno al 3,4% en promedio durante 2017 y al 2,7% en 2018. De cumplirse las previsiones, se completarían cinco años de crecimiento anual positivo, con una variación del PIB en el próximo bienio en torno a un punto por encima de la media observada desde 1991.


41.000 NUEVOS EMPLEOS ENTRE 2017 Y 2018. Distintos factores contribuirán a apoyar el avance del PIB. La economía global mejora, por lo que el entorno permitirá a las empresas exportadoras murcianas continuar aumentando sus ventas al exterior. Adicionalmente, el precio del petróleo se mantendrá relativamente bajo, un factor importante para mejorar la competitividad de las empresas de la región y mantener el poder adquisitivo de sus familias. Ello, en un contexto en el que las exportaciones no energéticas muestran una solidez destacable: tras cuatro años con un crecimiento promedio del 6%, se ha mantenido un ritmo elevado en los cuatro primeros meses de 2017.

 

Por otro lado, las reformas implementadas en el pasado parecen estar teniendo un impacto superior al previamente previsto. A este respecto, la inversión privada en Murcia mantiene tasas de crecimiento elevadas, y en los primeros cuatro meses de 2017 las importaciones de bienes de equipo vuelven a crecer al 10% a/a. Respecto al turismo, que ha sido uno de los pilares de la recuperación durante los últimos años, las ganancias de competitividad alcanzadas, junto con el mantenimiento de la percepción de inseguridad en algunos de los principales destinos competidores harán que el sector continúe aportando al crecimiento. Ello, después de haber alcanzado un récord de 3 millones de pernoctaciones hoteleras en 2016, con mejoras del turismo nacional -que sigue acaparando más del 70% de las pernoctaciones en la región-, pero también con un crecimiento cercano al 18% en las pernoctaciones de extranjeros.

 

Asimismo, la política monetaria continuará apoyando el crecimiento del gasto a través del mantenimiento de reducidas cargas de interés y del impulso del crédito. Todo lo anterior compensa la falta de aportación del gasto autonómico al crecimiento de la demanda interna dada la continuación del proceso de déficit autonómico y la débil recuperación que se observa en el mercado inmobiliario.

 

De cumplirse las previsiones sobre la actividad de BBVA Research se crearían alrededor de 41.000 empleos en el conjunto de 2017 y 2018, mientras que la tasa de paro se podría reducir hasta el 16,9% a finales del siguiente año. En todo caso, aun si se cumplen estas previsiones, en diciembre de 2018 la tasa de paro se situará todavía 4,1 puntos porcentuales por encima de su nivel en el primer trimestre de 2008.

 

EL ESCENARIO NO ESTÁ EXENTO DE RIESGOS. Si bien las previsiones para 2017 se corrigen al alza dado el buen comportamiento previsto del sector exterior y la inversión, persisten una serie de factores que podrían limitar el alcance y la velocidad de la recuperación de la región.

 

En primer lugar, a nivel externo se mantienen las dudas en torno a la política comercial de EE.UU. y el rumbo de las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. En el caso de Murcia, BBVA PIB británico es una de las mayores entre las regiones españolas: por cada punto de reducción del PIB británico, el de la comunidad podría contraerse en más de cuatro décimas.


En segundo lugar, de volver a aumentar el precio del petróleo durante los próximos meses, se reduciría el poder de compra de los consumidores y disminuiría la competitividad de las empresas. Más aún, el aumento en la inflación podría llevar a un incremento de los tipos de interés en la zona del euro, lo que afectaría negativamente a una economía como la española donde todavía se observan elevados niveles de endeudamiento en algunos sectores y regiones. A este respecto, BBVA Research estima que, ante una subida del 10% en el precio del crudo, el impacto negativo para Murcia puede situarse a 0,3 puntos, por encima de la media nacional.


Sumado a lo anterior, las citas electorales en algunas de las principales economías de la zona euro a lo largo de 2017 suponen una incógnita adicional en el panorama exterior. Otro riesgo a tener en cuenta, es el momento y la intensidad en el que se produzca la retirada de estímulos monetarios por parte del BCE. El mantenimiento de una carga financiera reducida continuará apoyando el aumento del consumo y la inversión durante los próximos meses, pero hacia delante, la posible reversión de este entorno de tipos bajos representa un reto, dado el nivel de apalancamiento de sus empresas y familias. También en este punto, la posición de Murcia es relativamente menos favorable que la de otras regiones.


A nivel doméstico, aunque la incertidumbre sobre la política económica se ha moderado, según las estimaciones de BBVA Research podría seguir restando algunas décimas al crecimiento.


En este aspecto, será clave la capacidad de generar consensos alrededor de las medidas necesarias para mejorar el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios, con el fin de aumentar la velocidad del crecimiento y la creación de empleo.


En todo caso, la necesidad de continuar reduciendo los desequilibrios que aún conserva la economía murciana obliga a la consideración de nuevas reformas que ayuden a elevar el crecimiento de la productividad, mientras se mantiene el del empleo y se consolida el desapalancamiento frente al resto del mundo. Serán de especial interés medidas encaminadas a mejorar el mercado laboral (ante las elevadas tasas de temporalidad y paro, especialmente entre los jóvenes) y a continuar aumentando la productividad. Para ello, resultará clave la mejora del capital humano, la rápida adopción de nuevas tecnologías y el incremento del tamaño medio de las empresas.

 

 

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