Un juez de Córdoba ha ordenado el levantamiento del cadáver del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, cuyo cuerpo sin vida ha sido hallado hoy en un finca de Villanueva del Rey, y que ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Córdoba para practicarle la autopsia.
Fuentes cercanas a la investigación han explicado que el juez ha determinado el levantamiento del cadáver sobre las 12.45 horas y, tras practicar las diligencias oportunas, el cuerpo sin vida de Blesa está siendo trasladado a las dependencias forenses del cementerio de la Fuensanta, en la capital de Córdoba, a 70 kilómetros de Villanueva del Rey.
SUICIDIO O ACCIDENTE. El expresidente de Caja Madrid estaba desayunando con un grupo de amigos antes de salir de cacería. En un momento dado se excusó de la mesa diciéndoles que "iba a mover el coche" que estaba en el aparcamiento.
Instantes después los acompañantes de Blesa oían un disparo y alertaban de inmediato al guardés de la finca, quien a su vez avisó a los servicios de emergencias. Dos patrullas se desplazaron hasta el lugar y encontraron el cadáver de Blesa boca arriba junto a un vehículo, en la zona de aparcamientos de la finca "con un disparo de escopeta de caza en el pecho, a la altura del esternón".
Los investigadores están a la espera de que la autopsia determine si se trata de un suicidio o de accidente fortuito. Las primeras conclusiones de la inspección ocular de los agentes de la Guardia Civil y de la autoridad judicial apuntan a la hipótesis del suicidio ("Con escopeta o va a la boca o va al pecho", según declaraciones recogidas por el diario Público). Los agentes ya han interrogado al dueño e inquilinos de la finca, amigos de Blesa, con los que solía salir de caza.
Según informan varios medios, personas cercanas al exbanquero han afirmado que Blesa no estaba deprimido ni desanimado, aunque sí preocupado por sus problemas judiciales. Ese mismo entorno señala que este no era el peor momento para Blesa, ya que albergaba "serias esperanzas de que el Tribunal Supremo le diera la razón en el caso de las tarjetas black", tras recurrir la pena de prisión de seis años que le impuso la Audiencia Nacional.
El expresidente de Caja Madrid, que iba a cumplir 70 años el próximo 8 de agosto, fue condenado en marzo de este año a seis años de prisión por el caso de las tarjetas black al considerarlo culpable de un delito de apropiación indebida tras gastarse 436.688 euros. La Audiencia Nacional, sin embargo, decidió no imponerle ninguna medida cautelar hasta que se resolviera el recurso que tanto él como su sucesor en Caja Madrid, Rodrigo Rato, habían presentado en el Tribunal Supremo. Por eso no llegó a ingresar en prisión.
