La Asociación Columbares ha desarrollado una escuela de verano en el barrio de Los Rosales, de El Palmar, con la finalidad de fomentar la convivencia y la integración entre culturas.
En esta iniciativa han participado más de 30 menores y un grupo de 12 jóvenes franceses, a través de diversas actividades de ocio y tiempo libre, como actividades deportivas, talleres de percusión, asistencia a conciertos…
Esta escuela de verano se realiza dentro del Programa de Intervención Comunitaria Intercultural en el Barrio de Los Rosales, financiado por la Dirección General de Migraciones y el Fondo Social Europeo que pretende hacer efectiva la convivencia y el entendimiento de las diversas culturas que allí residen. De hecho, este ‘Foro de la Convivencia’ se ha desarrollado con la Mediación Comunitaria Intercultural llevada a cabo con más de 14 asociaciones, colectivos, centros educativos y servicios sociales.
ACTIVIDADES. Las actividades de ocio y tiempo libre desarrolladas con los adolescentes han girado en torno a la creatividad y las artes. Un ejemplo son los talleres realizados de teatro, percusión, torneos deportivos o música en vivo. En este último caso, profesionales de gran prestigio han impartido clases magistrales que han hecho las delicias de los jóvenes. Entre ellos destaca el famoso pianista y músico de jazz Ignasi Terrasa o la coreógrafa Marisa Brugarolas.
Durante estos talleres se han impartido clases individualizadas con instrumentos como el saxo, piano, guitarra, bajo eléctrico y batería, en la que los adolescentes han podido desarrollar toda su creatividad y a través de las cuales han adquirido habilidades sociales o la formación prevista en los objetivos del programa.
OTROS COLECTIVOS. Las mujeres también han sido las grandes protagonistas de esta iniciativa con la finalidad de fomentar su empoderamiento y favorecer su integración. A través de actividades como danza, yoga, talleres grupales, clases de español e informática han logrado las metas fijadas por el programa.
Otro de los colectivos son las madres, quienes han participado con sus hijos en actividades llevadas a cabo en el colegio donde cursan sus estudios, lo que a nivel metodológico supone una novedad. De esta forma, han podido mejorar el conocimiento de la institución y su funcionamiento, algo clave para entender la educación que reciben sus hijos, ya que muchas de las progenitoras son de otros países con diferente cultura y sistema educativo.
