Desde hace ya unos años la mentalización es cada vez mayor sobre la importancia que van tomando las acciones, decisiones y métodos de gestión que los directivos adoptan, tanto en la soledad del dirigente, cuando es administrador único, como en la compañía de un consejo de administración.
Desde el cambio de normativa legal, con la Ley de Sociedades de capital de julio de 2010, en lo referente a los artículos del 133 al 135, junto con el 262.5. Como en el Código Civil: 1.902 y 1.904 y por supuesto, el código penal: artículo 31 y la Ley concursal de 2003, el 172. La responsabilidad de cualquier directivo se mira con lupa, ya que se amplían enormemente las opciones de denuncia y reclamación por cualquiera de sus acciones en la gestión de una empresa.
Ejemplos reales son estos casos:
- Reclamación a los directivos de una sociedad por la ruptura del acuerdo de compra de otra mercantil.
- Un empleado denuncia a la dirección de su empresa por promocionar a otro candidato a un puesto de trabajo, para el que creía estar mejor capacitado.
- Un banco demandó a los directivos de una compañía por divulgar información engañosa para conseguir financiación.
Ya no solo un directivo se tiene que preocupar por conseguir que su empresa o para la que trabaja dé buenos números y obtenga los beneficios perseguidos; además debe preocuparse de realizar una gestión impecable, trasparente y basada en todo momento en la buena fe.
Como una solución de respaldo a posibles reclamaciones, existe en el mercado asegurador la opción de contratar pólizas específicas que den una cierta tranquilidad ante cualquier imprevisto en este sentido que pueda surgir. Son los Seguros de Responsabilidad Civil para directivos: seguros especializados en dar coberturas a hechos como los que hemos contado, entre otros.
Últimamente hemos detectado en este tipo de productos un repunte en los precios de las pólizas, creciendo alrededor del 5% su tasa respecto a años anteriores. ¿Y esto por qué? Pues, según se alega desde las compañías, es debido a las nuevas leyes anticorrupción y al clima financiero de incertidumbre y entorno económico.
Por último, acabar nombrando los sectores con mayor número de denuncias a sus directivos por presunta 'mala gestión', según un estudio encargado por AIG:
- Empresas de fabricación.
- Empresas farmacéuticas.
- Sector inmobiliario y construcción.
- Sector energético
- Nuevas tecnologías y telecomunicaciones.
La recomendación final es ocuparse y preocuparse por realizar una impecable gestión, basada en la transparencia y en la buena fe, y, por si acaso, buscar el respaldo de una aseguradora en forma de póliza que dé cobertura a posibles contingencias inesperadas.