En general, no nos damos cuenta realmente de hasta dónde podemos llegar ni de las capacidades reales que tenemos. En cambio, cuando se somete al ser humano a situaciones límite o de mucho estrés, el cerebro se pone en marcha y nuestro cuerpo y mente pueden hacer esfuerzos increíbles e insospechados.
Espero, de todo corazón, que tu cerebro nunca se vea sometido a una situación límite para que puedas medir hasta dónde puedes llegar. En su lugar, te recomiendo el método Dale Carnegie que es capaz de entrenar las habilidades de cada uno para ayudarnos de forma significativa a alcanzar nuestras metas personales o profesionales.
Tras años de impartir formaciones siguiendo esta metodología, me he dado cuenta cuanto nos podemos cambiar a nosotros mismos con unas sencillas pautas. Cuando hablamos de cambiar, estamos hablando de cambiar a mejor, de mejorarnos nosotros mismos, de mejorar nuestras capacidades y de mejorar nuestras habilidades en aplicarlas. Aquí te sugiero algunas para que afrontemos mejor el día a día.
Debemos empezar por cambiar nuestros pensamientos negativos por los más poderosos. Debes creer en ti, nadie lo hará por ti antes que tu lo hagas. No te infravalores, tú puedes lograr cosas que antes nunca habías creído ser capaz.
Intentemos obtener la información antes, valorarla, considerar los hechos; luego tomar una decisión y actuar en consecuencia. Sólo los actos podrán demostrarte realmente quien eres y lo que eres capaz de conseguir. Si solo te rodeas de gente negativa con comentarios negativos no vas a llegar a ninguna parte. Arriésgate y toma las riendas de tu propia vida.
La zona de confort... aquella zona tan cómoda de la que nunca nos atrevemos a salir. Sal de ahí plantéate un nuevo objetivo con nuevos retos y que cada paso sea algo distinto. Observa qué pasa: cuando hayas vivido una experiencia positiva, bonita y estimulante verás que mantenerse en la rutina de hacer solo lo más cómodo, no te llena.
Todo el mundo necesita descansar, hasta los más hiperactivos. Tómate un descanso y aliméntate bien, la buena vida se nota. Mantenernos con energía va a ayudarnos a ver las cosas claras y con buen humos. Y un consejo: haz deporte una vez al día y verás como el buen humor y las buenas decisiones se apoderan de tu mente.
Para terminar, siempre da lo mejor de ti. La pasión y las ganas van a ayudarte en cada momento y van a sacarte del fracaso muchas veces. Recuerda siempre la frase de Winston Churchill: “El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”