jueves. 25.04.2024

 

Los principios de la agricultura biodinámica se basan en la producción de alimentos de calidad para la nutrición humana, respetando en todo momento el ecosistema natural donde se asientan los cultivos y a todos los seres vivos que habitan en el lugar.

 

Para cumplir con estos principios, los agricultores biodinámicos no sólo deben asumir esta filosofía como parte de su trabajo, sino que se realizan algunas acciones como es el enterramiento de cuernos de vaca rellenos de boñigas de los propios animales. Los agricultores biodinámicos sienten la tierra de una manera diferente a la del agricultor convencional. Para ellos la tierra está viva y, para mantenerla viva, fértil y sana, hay que alimentarla.

 

Para realizar esta actividad, que se remonta a las ceremonias que realizaban los primeros humanos que cultivaban la Tierra, los socios de Freshvana se reúnen en una finca de Sucina (Murcia) cada año para cumplir con uno de los preceptos de la agricultura biodinámica.

 

 

Más de quinientos kilogramos de boñiga es introducida en 2.000 cuernos de vaca, que se han enterrado y se dejarán fermentar durante todo el invierno hasta el mes de mayo, acumulando las propiedades y la energía de la Tierra.

 

Los cuernos con la moñiga se desenterrarán en el mes de abril. Este abono, conocido como preparado 500, se conservará en unas grandes cajas de madera aislada con turba que permite mantener las propiedades que se han extraído de la Tierra.

 

Posteriormente el preparado 500 se dinamiza, a razón de 300 gramos por hectárea mezclados con 50 litros de agua. Con este agua se pulveriza el terreno, permitiendo que la energía y las propiedades acumuladas en el preparado se distribuyan por toda la tierra.

 

Lejos de tratarse de un conjuro para que los cultivos salgan sanos y con calidad, está comprobado que este preparado 500 tiene un efecto positivo sobre la fertilidad del suelo, ya que es un potente edificador de la estructura del suelo, favorece la actividad microbiana y formación de humus (aumento de la capacidad de retención de humedad), regula el pH del suelo y estimula la germinación de semillas y desarrollo de las raíces.

 

 

Estas prácticas, que instauró Rudolf Steiner hace ya más de un siglo, se basan en el principio de que el agricultor debe preocuparse principalmente de nutrir la vida del suelo, que es el encargado principal de nutrir la vida de la planta. Y es desde esa revitalización de las tierras para que sean un terreno vivo la que permite obtener frutas y verduras equilibradas.

 

La práctica de la agricultura biodinámica y el uso de estos preparados permite alargar la vida útil de los vegetales durante su almacenamiento, reduce los niveles de nitratos y aumenta el contenido en vitaminas y azúcares de la planta.

 

Además del preparado de boñiga, los agricultores también entierran en sus parcelas el preparado de sílice, o preparado 501, que se obtiene de cuarzo molido y enterrado también en cuerno de vaca, pero que se entierra de mayo a septiembre. Este preparado va dirigido a las plantas fundamentalmente y aporta un mayor equilibrio en el crecimiento y maduración, así como una mayor resistencia a plagas y enfermedades.

 

Con ese fin, utilizan los preparados biodinámicos: compuestos naturales y fisiológicamente activos, hechos con sustancias vegetales, animales y, en algunas ocasiones, minerales. Estos preparados colaboran en la prevención de plagas y hacen más fuertes los cultivos.

Freshvana cumple la tradición: entierra 2.000 cuernos de vaca rellenos de boñiga para...