viernes. 29.03.2024

 

 

 

La Consejería de Empleo, Universidades y Empresa, a través del Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF), ha llevado a cabo un estudio para conocer en profundidad el perfil del joven que no estudia ni trabaja en la Región de Murcia, sobre el total de 229.000 jóvenes que tienen entre 16 y 29 años. Ese análisis refleja que actualmente son 43.400 los menores de 30 años en esta situación, 1.400 menos que doce meses atrás, y que 35.500 de ellos, el 82%, están ya inscritos en Garantía Juvenil.

 

Así, aproximadamente dos de cada diez jóvenes no estudian ni trabajan, mientras que el resto sí se dedica a una u otra actividad. Además, se ha experimentado un incremento muy significativo de la cobertura de este colectivo a través de Garantía Juvenil. Hace un año los inscritos apenas superaban los 13.000 en la Región, por lo que desde entonces se ha producido un incremento de más del 170%, que se ha apoyado en la labor de difusión y en la simplificación de los requisitos de inscripción.

 

En cuanto a las características que definen a esos jóvenes que no estudian ni trabajan, el estudio revela que 29.000 son activos, es decir, el 67% del total no trabaja pero está buscando empleo, mientras que 14.300 jóvenes están inactivos (no estudian y no buscan empleo). Se trata de un 33% del total, una proporción que ha ido reduciéndose progresivamente desde la crisis económica.

 

El consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, destacó que “es fundamental conseguir que el mayor número de jóvenes que no estudia ni trabaja se encuentre inscrito en Garantía Juvenil, para conseguir su activación y para que puedan beneficiarse de las ventajas del programa”. En esta tarea “nuestro mayor reto es alcanzar a aquellos jóvenes que están más alejados de las instituciones y organismos oficiales”, añadió.

 

Otros aspectos son que aproximadamente el 57% de estos jóvenes son mujeres, o que la mayoría tienen entre 25 y 29 años (un 50%, frente al 37% que tienen entre 20 y 24 años, y el 13% de entre 16 y 19 años). Asimismo, un 69% tiene un nivel de estudios bajos (hasta ESO), un 15,5% cuenta con estudios medios (Bachillerato o FP de Grado Medio), y otro 15,5% dispone de estudios superiores, universitarios o de FP de Grado Superior.

 

Juan Hernández afirmó que “la mayoría de estos jóvenes necesitan de la formación para tener más opciones de acceder al mercado, y por eso una de nuestras prioridades es que se conciencien sobre esa prioridad, y a la vez ofrecerles cursos adaptados a lo que requieren actualmente las empresas. En esa línea, vamos a lanzar a través del SEF nuevos cursos de Garantía Juvenil, con una inversión de más 5 millones de euros que se va a traducir en unas 255 acciones formativas para 3.500 alumnos en 2018”.

 

El estudio también refleja que un un 37% de los jóvenes que no estudian ni trabajan no tiene experiencia laboral previa, lo que convierte en especialmente útiles los programas de la Comunidad de tipo experiencial, en los que se facilita un contacto real con un empleo durante un periodo de seis meses, ya sea a través de la contratación de una entidad local o de una entidad sin ánimo de lucro.

 

DAR EXPERIENCIA. En beneficio del colectivo de jóvenes que no estudian ni trabajan, la Consejería, a través del SEF, ha concedido una subvención de 675.000 euros a 25 entidades sin ánimo de lucro de la Región para que contraten durante seis meses a 75 de estos jóvenes inscritos en Garantía Juvenil. Esta cantidad servirá para afrontar los costes laborales de los jóvenes por su participación en proyectos que serán siempre de interés social.

 

El titular de Empleo mantuvo hoy un encuentro con responsables de estas entidades, como Cáritas, Famdif, Cruz Roja o Asociación Rascasa, para transmitirles “la importancia de que podamos contar con ellas para brindar una oportunidad de trabajo a jóvenes que la necesitan urgentemente, y además en iniciativas que redundan en beneficio de toda la sociedad”.

 

El objetivo de esta medida cofinanciada por el Fondo Social Europeo es facilitar a estos jóvenes, todos ellos inscritos como demandantes de empleo en el SEF, la experiencia laboral necesaria para aumentar notablemente durante ese periodo de seis meses sus opciones de encontrar un posterior empleo. De hecho, aproximadamente la mitad de jóvenes que se han beneficiado de este programa en anteriores convocatorias fueron contratados definitivamente por la propia entidad sin ánimo de lucro.

 

Los jóvenes trabajarán en proyectos variados como la orientación laboral a personas en riesgo de exclusión, el asesoramiento y la atención en materia de integración a trabajadoras del sexo, o la asistencia a personas con trastorno autista, entre otros.

 

La Estrategia por el Empleo de Calidad 2017-2020 sitúa a los jóvenes como un colectivo de atención prioritaria, al que se dedican numerosas medidas, especialmente a través del programa de Garantía Juvenil para aquellos que no estudian ni trabajan. Entre las iniciativas específicas se encuentran los programas como éste, denominado ‘Empleo con entidades sin ánimo de lucro’, que permiten a los beneficiarios recibir la experiencia profesional de la que carecen.

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