jueves. 25.04.2024

Un fiscal que ha sido muy claro en sus conclusiones

Llevamos varios años hablando del Mar Menor, de su eutrofización y de los problemas ecológicos que conlleva esta situación, de que si la solución para nuestra laguna salada es tal o pascual, incluso hemos escuchado alguna barbaridad que ni siquiera me atrevo a reproducir pero pocos han hablado tan claro como un fiscal valiente como Manzanera que ha dicho que el problema nace de «una desmesurada e incontrolada roturación para fines agrícolas y la consecuente ampliación de regadíos, con un aumento de más de 20.000 hectáreas sobre las inicialmente previstas, considerándose al menos ese número en situación de ilegalidad», que esto se consigue gracias a las casi mil desalobradoras ilegales que existen en el Campo de Cartagena y cuyos vertidos acaban en el Mar Menor y además añade que sabiendo esta situación, "no existen expedientes sancionadores para las infracciones que obviamente se han cometido".

 

Pues Manzanera ha dicho lo que siempre he pensado, para solucionar los problemas del Mar Menor lo primero que hay que hacer es solucionar el problema de los vertidos, tanto directos como difusos por el acuífero somero de la cuenca y que hasta la fecha no se ha hecho absolutamente nada efectivo, solo marear la perdiz.

 

El pasado miércoles en Cartagena coordiné unas jornadas sobre el Mar Menor y su problemática y en ellas participaron el Director del Parque Natural de las Tablas de Daimiel y el de la Albufera de Valencia, dos lagunas con una problemática similar que en la actualidad están en procesos de recuperación. En concreto en las Tablas de Daimiel la fiscalía actuó con firmeza, sentó en el banquillo a muchos agricultores que estaban extrayendo agua de forma ilegal y por tanto afectaban a un Parque Nacional y ese fue el inicio de la recuperación, en la Albufera han regulado el uso de fertilizantes en toda su cuenca de afección y han instalado filtros verdes en la entrada de agua dulce a la laguna.

 

Quizás esta sería la segunda medida necesaria a tomar en el Campo de Cartagena, la regulación del uso de fertilizantes en el acuífero que vierte en el Mar Menor. Ya sé que es una medida difícil de tomar al limitar la producción de un suelo sobreexplotado pero es obligatoria ya que se ha demostrado que el uso excesivo de fertilizantes en esta cuenca hace que estos acaben en la laguna por contaminación difusa ocasionando un problema ecológico de primer orden que no se puede permitir de ninguna manera.

 

Con esta dos medidas, a mi entender, serían suficientes para que el Mar Menor vuelva poco a poco a la normalidad pero son medidas valientes que como afirma el fiscal en Murcia no se han tomado a sabiendas de que deberían haberlo hecho hace muchos años evitando la situación gravísima en la que estamos.

Personalmente confío que estemos a tiempo de salvar el Mar Menor, confío en que la vida vuelva si los vertidos los limitamos y todavía confío en que se va a hacer si se actúa valientemente pensando que lo más importante, repito, lo más importante, es salvar el Mar Menor y no es perder un puñado de votos por muy necesarios que sean en las próximas elecciones.

 

Un fiscal que ha sido muy claro en sus conclusiones