viernes. 19.04.2024

 

 

En España estamos acostumbrados a vivir con ruido. Según un estudio elaborado por Aistec, nuestro país está a la cabeza en el ranking europeo en lo que a esta materia se refiere y en lo que respecta al mundo entero, estamos en segunda posición por detrás de Japón. Es decir, España es el segundo país más ruidoso del mundo.

 

Y esto, obviamente, puede reportar con numerosos problemas para nuestra salud. A partir de los 120 decibelios el cuerpo comienza a reaccionar de forma negativa ante el ruido y según la OMS, se calcula que el 22% de la población europea sufre problemas de salud por este motivo. Así, alrededor de 450 millones de europeos, un 65% de la población, están expuestos a niveles superiores a los 55 decibelios, una cifra que también ocasiona graves molestias, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

 

Entre los problemas de salud que se pueden derivar de un exceso de forma continua de ruido están:

  • Pérdida del oído (temporal y permanente)
  • Dolores de cabeza
  • Mareos
  • Hipertensión y enfermedades del corazón
  • Ansiedad y fatiga
  • Nerviosismo y estrés que pueden causar úlceras e insomnio

 

En los últimos años, el Gobierno se ha puesto manos a la obra para acabar con el exceso de ruido, sobre todo en los bares y discotecas que tantas quejas y denuncias reciben por el exceso de ruido (o no) que molesta a los vecinos. Con la última Ley del ruido se intentó acabar con este conflicto que siempre perdurará en cierta medida en las discotecas que cierren a altas horas de la madrugada y estén en zonas céntricas en ciudades. Porque el ruido de dentro del recinto se puede parar, pero el de la gente que está en la puerta no.

 

Por ello, los titulares de actividades susceptibles de generar ruidos y vibraciones conforme a lo establecido por las legislaciones vigentes (restaurantes, bares, pubs, discotecas, ludotecas, talleres, guarderías, salones de juegos, supermercados, industrias, etc) , deberán realizar un control de las emisiones acústicas y de los niveles de recepción en el entorno, mediante la realización de Auditorías Acústicas, al inicio del ejercicio de la actividad o puesta en marcha y, al menos, cada cinco años (o en un plazo inferior si así se estableciera por el organismo oportuno).

 

La auditoría acústica deberá ser realizada por una Entidad Colaboradora en Materia de Calidad Ambiental para el campo de la Contaminación Acústica, como puede ser Siggo, que dispone de un Laboratorio de Ensayos Acústicos acreditado por ENAC.

 

¿CUÁL ES EL LÍMITE DE DECIBELIOS?  Todo va en consecuencia de en qué comunidad autónoma y en qué zona de la ciudad esté el establecimiento pero lo habitual es que las discotecas no puedan sumar un máximo de 110 decibelios. Estos son los límites aproximados en función del lugar y la licencia que tenga. Si no se cumplen, puede haber sanciones de entre 600 y 300.000 euros.

  • Locales sin sistema de amplificación de sonido: 70 decibelios.
  • Café-bar sin música: 90 decibelios.
  • Café-bar con música: 95 decibelios.
  • Locales con música en directo, discotecas y salas de fiesta: 110 decibelios.

El exceso de ruido en pubs y discotecas