viernes. 29.03.2024

El discurso de Oprah influenciado por Carnegie

Hace unos días, se celebró la ceremonia de los Globos de Oro en Beverly Hills. Fue un despliegue de medios y estrellas al más puro estilo americano. Alfombra roja, vestidos maravillosos y joyas lujosas. Entonces, ella salió al escenario. Una mujer imponente de pie oscura y un dominio absoluto del arte de la comunicación. Oprah hizo un discurso que llegó a los espectadores y al día siguiente ocupaba páginas y tertulias en los medios de todo el mundo.

 

Si tienen la ocasión, miren su discurso y tomen nota. Seguramente pensarán que es una de las grandes comunicadoras del panorama americano y que su larga trayectoria en la pantalla le ayuda, sin duda, a afrontar cuantos discursos se le pongan por delante.

 

Si bien es cierto que la experiencia y la práctica ayudan mucho, que el talento nato en algunas personas les facilita el arte de la comunicación, la realidad es que los grandes discursos jamás se improvisan.

 

Decía Lincoln que le llevaba cerca de dos semanas escribir un buen speech de apenas veinte minutos y estoy segura que Winfrey escribió, corrigió, reescribió y ensayó durante días su maravillosa intervención de la velada. Y el resultado fue una postura corporal impecable que transmitía honestidad y seguridad, un tono de voz alto y claro, dominio de los tempos y pinceladas de experiencias personales que cargaban de emotividad a su discurso.

 

Siento mi admiración absoluta por esta mujer hecha a sí misma que fue instruida con el método Dale Carnegie. Sin duda tiene un don innato e indiscutible y por esto ha llegado a ser una de las personas más influyentes según la revista Life.

 

Permítanme una sugerencia personal que nace de años impartiendo programas de oratoria en Dale Carnegie: he visto con mis propios ojos como hasta la persona más tímida y retraída, conseguía enfrentarse a sus miedos y su timidez y hacer un discurso estructurado, claro, emotivo  e impactante tras el entrenamiento adecuado. Así que, si es de los que tiene miedo a hablar en público, no tema. Con el entrenamiento adecuado puede llegar a ser Oprah

El discurso de Oprah influenciado por Carnegie