sábado. 20.04.2024

 

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha destacado hoy que la economía española ha entrado en 2018 con una "importante inercia expansiva", pero ha incidido en el riesgo a la baja que supone la situación política en Cataluña y el desafío que plantea el progresivo envejecimiento de la población.

 

En un almuerzo-coloquio organizado por el Club Siglo XXI, Linde ha señalado que la fortaleza de la recuperación está siendo notable y que, de acuerdo con las últimas estimaciones de la entidad, el PIB habría crecido en 2017 el 3,1%, con el pronóstico de que la fase de crecimiento se prolongue, aunque a menor ritmo.

 

El gobernador ha asegurado que la aplicación en Cataluña del articulo 155 de la Constitución ha contribuido al "aliviar tensiones" económicas, como muestra la evolución reciente de los mercados financieros.

 

No obstante, ha afirmado que si esa normalización no se produce, la crisis podría afectar de modo "más pronunciado" al consumo y la inversión, sobre todo a la inversión empresarial en Cataluña, dado que la incertidumbre retrasaría los nuevos proyectos y postergaría las decisiones de contratación.

 

Ha considerado que una nueva pérdida de confianza puede motivar que las familias aumenten su ahorro por la preocupación y también pospongan sus decisiones de adquisición de bienes de consumo duradero y de compra de vivienda.

 

Junto a este riesgo en el corto plazo, Linde ha subrayado las "profundas y múltiples consecuencias a medio y largo plazo" que acarreará el proceso de envejecimiento de la población, que se espera que continúe "e incluso pueda intensificarse en el futuro cercano".

 

Linde ha explicado que la disminución de la población que integra la fuerza laboral afectará negativamente a la productividad y a la capacidad de la economía para innovar e incorporar nuevas tecnologías.

 

En su opinión, las reformas introducidas en los últimos años "han sido adecuadas" y han contribuido a "fortalecer" la sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones, pero ha insistido en que la negativa evolución demográfica requiere medidas cuya aplicación "no debe demorarse".

 

"Dado que es imposible o muy difícil cambiar, incluso a medio plazo, las tendecias demográficas, será importante perseverar en las mejoras en los sistemas educativos y las reformas institucionales y regulatorias que contribuyan a mejorar la productividad, favoreciendo o permitiendo mayor competencia e innovación", ha añadido.

 

Asimismo, Linde ha advertido de que a pesar de que la recuperación está siendo muy intensiva en creación de empleo, todavía se está lejos de alcanzar los niveles de empleo anteriores a 2008.

 

Además de la importante generación de empleo, el otro rasgo destacable de la recuperación económica -según el gobernador- es que está siendo compatible con la corrección de los desequilibrios aparecidos en los años anteriores a la crisis.

 

En particular, ha dicho, está siendo compatible con el mantenimiento de un saldo exterior positivo, aunque ha reconocido que en ese superávit han influido factores transitorios como un petróleo barato y unos bajos tipos de interés.

 

El crecimiento se prolongará durante los próximos años, pero con menores incrementos de actividad y empleo, debido al menor impulso de la política fiscal y monetaria, así como por el menor avance del consumo privado en comparación al registrado en los últimos años.

 

Respecto a la demanda externa, Linde ha dicho que cabe esperar que las exportaciones sigan creciendo por encima de la tasa de expansión de los propios mercados a los que van dirigidas, reflejo de las ganancias de competitividad, pero también de un cambio de naturaleza estructural, que ha sido el notable crecimiento del número de empresas con una actividad exterior permanente.

 

Linde: "La economía española está en una inercia expansiva pese a Cataluña"