jueves. 28.03.2024

 

El empresario murciano Quique Pina ha sido detenido este miércoles en el marco de una operación del Cuerpo Nacional de Policía impulsada por la Audiencia Nacional. Según ha trascendido en diversos medios, esta operación investiga posibles blanqueos de capitales relacionados con traspasos de futbolistas y otras operaciones relacionadas con la actividad futbolística de Pina.

 

El empresario ha sido detenido este miércoles a primera hora en su casa de Altorreal. Paralelamente, efectivos policiales se encuentran desde primera hora registrando las oficinas del Cádiz, club del que Pina es máximo accionista, en busca de indicios. Los registros también se han ejecutado en los campos de entrenamiento del primer equipo cadista, hasta el punto que el entrenamiento se ha tenido que llevar a cabo a puerta cerrada y se ha tenido que suspender la rueda de prensa posterior que estaba prevista.

 

En un comunicado, el Cádiz ha precisado que, a pesar de producirse los registros en sus sedes, las pesquisas policiales no se refieren a la gestión del club, sino que "se refieren a ejercicio profesional".

 

GESTOR DEPORTIVO. Quique Pina comenzó a dedicarse a los negocios futbolísticos una vez puso fin a su carrera como jugador, en la que no destacó pero sí llegó a jugar en algunos equipos en Segunda B. En su última etapa como futbolista, en el Mérida, comenzó una carrera de representante de jugadores e intermediario en traspasos de otros clubes, llegando a participar en operaciones con clubes como el Barça o el Milán con jugadores como Riquelme, Saviola o Helguera.

 

En el año 1999 fundó su propio equipo, el Ciudad de Murcia, que comenzó en la categoría más baja del fútbol murciano, Territorial Preferente, y llegó hasta Segunda División, disputando incluso el ascenso a Primera durante varias temporadas. Con el equipo en su mejor momento deportivo, propuso al ayuntamiento de Murcia una operación urbanística encaminada a construir un nuevo campo o rehabilitar la vieja Condomina, actuación asociada a la creación de una serie de viviendas para generar negocio inmobiliario. Al obtener la negativa de las instituciones, decidió trasladar su equipo a Granada y venderlo al empresario Carlos Marsá, en una operación cercana a los 24 millones de euros.

 

Posteriormente se enroló en el otro equipo de la ciudad nazarí, el Granada CF, al que cogió en Segunda B y llevó a Primera División, afianzándolo en esta categoría.

 

Hace un par de años abandonó este equipo para desembarcar en el Cádiz Club de Fútbol, en el que se hizo con la máxima porción accionarial y se hizo cargo de la gestión. Sacó al equipo cadista de la Segunda B, lo ascendió a Segunda, y en estos momentos, cuando queda la mitad de la Liga, el club está en puestos de ascenso directo a Primera.

 

Además, paralelamente, también ha tenido relaciones profesionales con otros clubes, como el Lorca CF, con quien también mantiene una intensa relación profesional.

El murciano Quique Pina, detenido por blanqueo de capitales