La sinrazón de Carles Puigdemont estaba tardando en salpicar a la Región de Murcia, y, lo ha hecho a los empresarios hosteleros de la Costa Cálida. El ex presidente de la comunidad autónoma catalana, huído a Bruselas para no hacer frente a sus responsabilidades judiciales tras su actuación en el fallido intento de proclamar la república catalana, atacó a la asociación murciana Hostetur después de conocer que ésta invitará el próximo mes de abril a dos centenares de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil a pasar un fin de semana en sus establecimientos repartidos por toda la Costa Cálida como medida de reconocimiento y desagravio tras el referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña.
Para hacer frente a su responsabilidad, los agentes se vieron hacinados en buques que no estaban perfectamente preparados, tuvieron que hacer frente a la parte más radical de la sociedad y recibieron críticas por cumplir con su obligación por parte de determinados dirigentes políticos de la Generalitat.
Como 'efecto secundario' tras el ataque proferido por el fugado ex-president, la asociación ha recibido ataques por parte de los seguidores de Puigdemont, que han llenado determinados portales especializados de críticas negativas de los establecimientos turísticos murcianos.
La asociación de empresarios turísticos de la Costa Cálida, Hostetur, se lo ha tomado con filosofía, pero ha dejado claro que su intención era tener con los agentes una muestra de agradecimiento y cariño, recordando que es un colectivo "del que solo nos acordamos cuando hay problemas". Asimismo, han pedido respeto para sus decisiones.
