jueves. 25.04.2024

 

Iberdrola invertirá 32.000 millones de euros entre 2018 y 2022, fecha esta última en la que espera que su beneficio neto se sitúe entre los 3.500 y 3.700 millones de euros, según la actualización de sus perspectivas de negocio para ese periodo.

Las inversiones del grupo eléctrico se elevan así en 2.000 millones con respecto a las previstas hasta 2020 en el plan 2016-2020 que ahora se actualiza y en 4.000 millones respecto a todo el conjunto del anterior plan, que las cifraba en un total de 28.000 millones, según la información remitida por Iberdrola a la a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Más del 90% de la inversión prevista entre 2018 y 2022 se destinará a actividades reguladas con contratos a largo plazo, que al final del periodo aportarán más del 80% del resultado bruto de explotación (ebitda).

En concreto, casi un 50% (15.500 millones) irá a los negocios de redes, el 37% a renovables (11.500 millones), el 9% a generación y clientes (2.800 millones) y el 4% a generación contratada (1.400 millones).

Por monedas, un 38% del total de la inversión para el periodo se hará en dólares estadounidenses, un 25% en euros, un 19% en libras esterlinas y un 18% en reales brasileños.

La mayor parte de las inversiones previstas -un 75%- está ya comprometida o prácticamente asegurada, según el grupo Iberdrola, que mantendrá inversiones en curso por valor de 9.000 millones de euros al final del periodo.

Con estas inversiones, la compañía prevé incrementar su potencia renovable un 24% al final del periodo respecto al cierre de 2017, hasta los 36.200 megavatios (MW), así como su capacidad de almacenamiento, que pasará de los 80 gigavatios hora (GWh) actuales a 100 GWh al final del periodo, un 25% más.

En redes, la empresa experimentará un crecimiento del 38% en su base regulatoria de activos, alcanzando los 40.000 millones de euros respecto al pasado ejercicio, especialmente en Brasil y Estados Unidos.

La capacidad de generación contratada de Iberdrola aumentará hasta los 10.600 MW, un 82% más que la actual, y en el negocio comercial el número de servicios a clientes crecerá en nueve millones, hasta alcanzar los 32 millones en 2022, un 40% más.

El dividendo de la compañía se situará en 2022 en los 0,4 euros brutos por acción, frente a los 0,32 que se van a pagar con cargo a 2017 y los entre 0,37 y 0,40 euros en que se preveía que se situara para 2020.

Iberdrola se compromete en su nueva actualización a mantener su programa de dividendo flexible, que permite optar entre cobrarlo en efectivo o en acciones de la compañía, así como a mantener el número total de títulos en 6.240 millones a través de su programa de recompra de acciones.

Con la última actualización, la cantidad que se repartirá en dividendos a los accionistas en el periodo 2018-2022 será de 12.000 millones de euros.

En cuanto al beneficio neto, que en 2017 ha sido de 2.804 millones de euros, se espera que se sitúe entre 3.500 y 3.700 millones de euros para 2022, mientras que lo previsto para 2020 era que estuviera en torno a los 3.500 millones.

El grupo eléctrico espera que su ebitda se sitúe entre los 11.500 y los 12.000 millones de euros en 2022, y más del 80 % provendrá de actividades reguladas o con contratos a largo plazo.

En cuanto a eficiencia, Iberdrola, que mantendrá su plantilla en torno a 35.000 empleados, aplicará un plan de ahorro de 1.000 millones de euros, apoyado en sinergias y la digitalización.

En el caso de las iniciativas de digitalización, Iberdrola espera, además, que generen 600 millones de euros de ebitda para 2022 y también tiene previsto aplicar un plan de rotación de activos por importe de 3.000 millones de euros.

Iberdrola prevé invertir 32.000 millones de euros entre 2018 y 2022