jueves. 28.03.2024

 

La "huelga a la japonesa", entendida como trabajar más para aumentar la producción y provocar problemas de distribución y almacenaje, es un concepto español del que, igual que la ensaladilla rusa o las naranjas de la china, no hay noticia en el país del que supuestamente proviene.

 

En los días previos a la huelga feminista convocada para mañana Día de la Mujer, la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina; y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, han recuperado la expresión y han asegurado que ellas harán "huelga a la japonesa", entendida simplemente como que trabajarán más que un día normal.

 

Aunque ambas han sido desautorizadas, "o no", por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se ha desmarcado de esa idea, lo cierto es que el concepto ha vuelto a primera línea de la actualidad.

 

No obstante, por mucho que lo usen ministras, tertulianos e incluso sindicalistas, sigue siendo un invento del imaginario popular.

 

Estudiosos de la cultura y la sociedad japonesa y los propios japoneses han desmentido una y otra vez que los nipones hayan hecho alguna vez ese tipo de huelgas y, aunque no está claro el origen de la expresión en España y Latinoamérica, parece que puede estar en la creencia -esa sí, cierta- de que los trabajadores japoneses tienen una gran fidelidad hacia sus empresas.

 

Pero no, los japoneses nunca han hecho una huelga a la japonesa.

 

Un repaso a algunos conflictos laborales de los últimos años en los que se ha apelado a realizar una acción reivindicativa de este tipo demuestra, además, que no tenemos ni siquiera claro un concepto que nos hemos inventado aquí en casa.

 

La mayoría de las veces, cuando se habla de "huelga a la japonesa" se apela simplemente a trabajar más y el objetivo, lejos de complejas teorías microeconómicas de sobreproducción, exceso de oferta o "stockaje", suele ser mucho más prosaico y español: "llamar la atención".

 

Así, ha habido colectivos que han recurrido a acciones de este tipo para despertar el interés de la ciudadanía sobre sus reivindicaciones y no porque sus actos fueran a provocar problemas a sus jefes.

 

Los taxistas valencianos en febrero de 2013 fueron uno de los colectivos que más recientemente recurrió al supuesto método japonés ofreciéndose a llevar a los sorprendidos peatones en carreras gratis por la ciudad.

 

También hicieron "huelga a la japonesa" los estudiantes universitarios barceloneses en junio de 2011, cuando decidieron ocupar las bibliotecas de varias facultades durante la noche y ponerse a estudiar.

 

Como en el caso de los taxistas, los estudiantes no crearon problemas a sus "patronos", pero sus acciones sí consiguieron un efecto propagandístico, que nunca viene mal a la hora de reivindicar algo y, además, con seguridad fueron mejor preparados a los exámenes.

 

Hosteleros de Málaga en protesta por el partido por televisión del sábado por la noche (1997), pequeños comerciantes del Maresme y el Vallés Oriental ese mismo año contra la instalación en la zona de una gran superficie... hay más casos de intentos de captar la atención.

 

También es común confundir el término "huelga a la japonesa" con la huelga de celo o el trabajo a reglamento, consistente en protestar haciendo tu trabajo de acuerdo a una interpretación estricta, literal y nada flexible de la normativa.

 

El resultado suele ser que se ralentiza la producción o la prestación del servicio y quizás por eso en Colombia se conoce a esta forma de protesta como "operación tortuga".

 

En esto de las huelgas de celo -aunque se hayan llamado "a la japonesa"- son los policías los que se llevan la palma:

 

Policías locales de Ávila -1999-, Leganés (Madrid) -2007-, Paterna (Valencia)-2010- y hasta la propia Ertzintza -2012- han sido algunos de los que han recurrido a esta manera de protesta laboral.

 

En el caso de los policías, sus huelgas de celo consistieron en poner más multas de lo normal y no dejar pasar ni una doble fila sin sanción por mucho que fuera "un momentito para dejar un paquete".

 

En conclusión, los japoneses cuando hacen huelgas las hacen como todos los demás, o la hacen o no la hacen.

 

Lo demás son "naranjas de la china".

 

La huelga a la japonesa y otras naranjas de la china