Una de cada cuatro empresas españolas cobró sus facturas pasados los 105 días en 2017, muy por encima de la media de 78 días, y superior al plazo legal de 60 días, según un informe de la aseguradora de crédito Solunion.
De acuerdo con los datos de su accionista Euler Hermes, los sectores que mejores cifras de pago presentaron fueron el comercio minorista (20 días), el transporte (46 días) y las telecomunicaciones (51 días).
Al otro lado, y por encima de la media, las que más tarde pagaron fueron las empresas de los sectores de petróleo y gas (131 días), la construcción (111 días) y el tecnológico (109 días).
A nivel mundial, Solunion constata que el periodo medio de cobro (DSO por sus siglas en inglés -Days sales outstanding-) alcanzó el año pasado su máximo de la última década con 66 días, algo que refleja un aumento de la confianza de los proveedores en sus clientes, a los que dan más margen de pago.
La crisis económica y financiera llevó a vigilar de cerca los periodos de pago, por lo que el empeoramiento del plazo de cobro refleja la relajación de los estándares de las empresas, algo que para Solunion tiene que ver con la mejora de la economía mundial, a pesar del aumento de insolvencias empresariales de grandes empresas.
El DSO se deterioró en prácticamente todos los países, afectando a dos de cada tres sectores y países, con los campos de la electrónica, maquinaria y construcción liderando los peores tiempos (por encima de los 85 días), en tanto que los relacionados con el consumo del hogar (agroalimentación, transporte y bienes recreativos) son los sectores que antes cobraron.
El país donde más tardaron las empresas en cobrar fue China, que incrementó en tres días su periodo medio de cobro hasta llegar a los 92 días, con el 25 % de las empresas recibiendo el abono de sus facturas pasados los 136 días desde su emisión.
Por lo que respecta a 2018, la aseguradora pronostica que la media mundial aumentará en un día hasta situarse en los 68 días.
