martes. 19.03.2024

 

Hablar de la creación de nuevos productos implica, inevitablemente, hablar de diseño, y en este sentido las tendencias actuales en diversos sectores de consumo diario apuestan cada vez más por el diseño sostenible y la innovación. A través del llamado ecodiseño, las empresas están cada vez más concienciadas en el desarrollo de productos teniendo en cuenta la variable ambiental como un criterio más a la hora de tomar decisiones.

 

Y es que todos los productos y servicios tienen un impacto ambiental, bien sea durante su producción, su utilización o su eliminación. Por ello, el objetivo final del ecodiseño es mejorar el rendimiento medioambiental de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la selección de las materias primas, pasando por el proceso de fabricación, embalaje y transporte, hasta la gestión final de residuos.

 

Integrar de manera sistemática ciertos criterios medioambientales desde la etapa más temprana del diseño del producto se convierte por tanto en algo esencial, razón por la cual el proyecto Ecosign surge con el objetivo de formar a los diseñadores de producto en tecnologías que ayuden a reducir el impacto medioambiental de artículos creados dentro de las industrias del envasado de alimentos, la electrónica y los textiles.

 

Son precisamente estos sectores los que tienen sistemas de producción y consumo con cadenas de suministro globalizadas, y en los que las etapas de producción se llevan a cabo con frecuencia en el extranjero, mientras que la fase de diseño, realizada principalmente por diseñadores europeos, determina el 80% del impacto ambiental de un producto.

 

Con el objetivo de desarrollar un nuevo plan de estudios conjunto y un curso de formación para ecodiseñadores europeos, el proyecto Ecosign ha celebrado  en Cetem la penúltima reunión de su consorcio, encaminándose así hacia su etapa final a través de la validación de los contenidos desarrollados.

 

Con el material didáctico ya desarrollado se han llevado a cabo cuatro cursos piloto, uno en cada uno de los países participantes, donde tanto estudiantes como trabajadores de los sectores del envasado de alimentos, la electrónica y los textiles se han formado con este material y se han recogido sus impresiones sobre el mismo para así poder implantar futuras mejoras de cara a la finalización del proyecto el próximo mes de octubre.

 

En la reunión del consorcio se han puesto en común las opiniones de los diferentes países sobre el material formativo desarrollado, y se han tomado decisiones acerca de cómo mejorarlo. Además, los asistentes han tenido la oportunidad de visitar una empresa del sector del mueble donde la ecoinnovación y el ecodiseño están muy integradas en sus procesos de diseño y producción.

 

El consorcio responsable de la ejecución de este proyecto ha estado formado por once organizaciones de Eslovenia, Italia, Rumanía y España, entre las que destacan a nivel regional el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTC), el Servicio Regional de Empleo y Formación de la Región de Murcia (SEF) y el Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM), que participa como especialista en ecodiseño, dada su alta experiencia en este campo. Este proyecto está financiado por la Comisión Europea a través del programa Erasmus+ y cuenta con un presupuesto total de 750.000€.

Cetem, ejemplo en ecoinnovación y ecodiseño de productos