sábado. 20.04.2024

 

La Región de Murcia registró 297 ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en el primer trimestre de 2018, la sexta mayor cifra por comunidades.

 

Atendiendo a las ejecuciones hipotecarias de viviendas, el 0,13% de las hipotecas constituidas en la Región sobre viviendas en el periodo 2003-2017 han iniciado una ejecución hipotecaria en el primer trimestre del año, la cuarta mayor tasa por comunidades, junto con Asturias, por encima de la media nacional del 0,10%.

 

Por otro lado, la Región registró 723 ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre el total de fincas, la sexta mayor cifra por comunidades. Así, tomando como referencia las hipotecas constituidas en el periodo 2003-2017 sobre el total de fincas, el 0,08% de las hipotecas constituidas en la Región han iniciado una ejecución hipotecaria en el primer trimestre de 2018, la cuarta mayor tasa por comunidades, junto a Extremadura y Cataluña, frente a la media nacional del 0,07%.

 

En concreto, de las 723 ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre el total de fincas, 78 lo fueron sobre fincas rústicas y el resto hasta 645 sobre fincas urbanas, correspondiendo 297 a viviendas, 38 solares y 310 otras urbanas.

 

DATOS NACIONALES. Las ejecuciones hipotecarias, o embargos de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas habituales disminuyeron un 53,3% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2017, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Sin embargo, a tenor de la última estadística, este tipo de embargos ha experimentado un repunte del 14,7% desde el pasado diciembre.

 

El número total de viviendas de personas físicas, tanto habituales como de otro tipo, objeto de una ejecución hipotecaria ascendió a 2.638, un 53% menos respecto a los tres primeros meses de 2017, y un 7,4% menos que en el último trimestre del año pasado.

En total, hasta marzo se registraron un total de 14.183 certificaciones por ejecución hipotecaria, un 17,8% menos que un año antes.

De ellas, 13.428 correspondieron a fincas urbanas, un 18,2% menos que en el mismo periodo de referencia de 2017, y 755 a fincas rústicas, un 9,3% menos.

Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas concentraron el 47,2%; un 14,3% del total son viviendas habituales de personas físicas, mientras que el 28,6 % pertenece a personas jurídicas y el 4,3% a otras habituales de particulares.

Tomando como referencia las viviendas familiares existentes en España hasta marzo, 18,5 millones según el INE, el 0,01% iniciaron una ejecución hipotecaria en ese periodo.

Por su parte, los embargos de otras fincas urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) suponen el 41,1% del total.

En cuanto al estado de las propiedades embargadas, un 16,9% lo fueron sobre viviendas nuevas, que descendieron un 3,3% respecto al pasado año, y un 83,1% sobre usadas, que lo hicieron un 30,6%.

Asimismo, el INE destaca que un 54,6 de las ejecuciones iniciadas sobre viviendas corresponde a hipotecas constituidas entre 2005 y 2008.

Por comunidades autónomas, las que muestran mayor número de certificaciones de embargo son Comunidad Valenciana (2.812), Cataluña (2.688) y Andalucía (2.453), todo lo contrario que País Vasco (120), Navarra (124) y Baleares (208).

Teniendo en consideración únicamente los procedimientos sobre viviendas, repiten como líderes de la tabla Andalucía (1.358), Cataluña (1.336) y Comunidad Valenciana (1.240), en tanto que Navarra (33), País Vasco (36) y Galicia (90) registraron el menor número de casos.

 

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