viernes. 29.03.2024

 

La Universidad de Barcelona y la consultora Forcadell han presentado el Informe Inmobiliario 2018, que apunta a que el precio de la vivienda aumentará este año un 11% en España y que la compraventa de pisos lo hará un 23%.

 

A diferencia de años anteriores, además, la mejora del mercado se notará en casi todos los municipios del país.

 

El director editorial del informe, Gonzalo Bernardos, ha destacado que en las mejores ubicaciones de Barcelona, Madrid y Palma el precio de la vivienda tocará techo en 2019 y que a partir de 2020 los precios podrían "incrementar ligeramente o bajar un poco".

 

El economista sostiene que en ciudades como Lleida o Tarragona hay más oportunidades que en Barcelona, ya que en el primero de los casos el ciclo inmobiliario está en sus inicio, mientras que en la capital catalana está ya en su fase final.

 

No obstante, gran parte de los inversores apostarán por comprar en Barcelona, ya que prefieren adquirir propiedades donde los precios han subido mucho, en lugar de donde aún casi no lo han hecho. "Les da un plus de seguridad", apunta Bernardos.

 

Pese a que el sector inmobiliario vuelve a vivir una época de bonanza, el experto descarta que vuelva a producirse una crisis inmobiliaria de la magnitud de la observada entre 2008 y 2014, teniendo en cuenta que el crecimiento de la economía española está sustentado en las exportaciones y la inversión en bienes de equipo.

 

Además, hasta ahora los bancos han sido "muy prudentes" al conceder hipotecas, lo que descarta que haya una burbuja financiera.

 

Bernardos ha recordado que en 2017 el 41% de las viviendas se compraron en efectivo y que se adquirieron 222.271 viviendas más que hipotecas se concedieron.

 

El informe señala asimismo que este 2018 las viviendas visadas llegarán a las 125.000 unidades, únicamente el 13,6% de las programadas en 2006.

 

En cuanto a la vivienda de alquiler, Bernardos asevera que "no está cara", ya que a cierre de 2017, después de tener en cuenta la inflación, estaba un 30% más barata que en 2007.

 

"El problema no es su precio, sino los bajos salarios", explica el autor del informe, que estima que la vivienda de alquiler seguirá subiendo al menos hasta 2020.

 

"El gran trasvase de inquilinos a propietarios puede hacer que baje después de dicha fecha", añade Bernardos, que comenta que en ciudades como Barcelona o Madrid los alquileres empiezan a dar síntomas de estancamiento.

 

En su opinión, las viviendas de uso turístico no son el principal culpable de la subida del precio de alquiler en Barcelona, ya que si así fuera subirían en Ciutat Vella, el Eixample y Gràcia y lo ha hecho en todos los distritos de la ciudad.

 

Los culpables, asegura, son la recuperación económica y la conversión de la capital catalana en una ciudad de la "Champions inmobiliaria mundial".

 

El precio de la vivienda aumentará un 11% en España en 2018