Ralentizar el tráfico sin necesidad, con el único fin de recaudar multas, es una pérdida de tiempo y dinero que repercute en la productividad y no mejora la seguridad. Hay muchas zonas donde el 90% de los conductores van más rápidos de lo que marca la señal correspondiente. No es posible que ese alto de porcentaje de conductores, algunos con millones de kilómetros de experiencia, sean unos suicidas o unos asesinos en potencia. Será un error del ingeniero que pone la señal o una trampa para recaudar.
Y lo peor no es la multa económica, sino la pérdida de puntos y la retirada del carnet, lo que significa no poder trabajar y no poder alimentar a su familia.
Que se sancionen las imprudencias es plausible, pero que se convierta en delito lo que no perjudica a nadie y aumenta la productividad y la riqueza no es razonable.
Los coches actuales con frenos ABS, suspensiones, ruedas mucho más anchas, con unas revisiones estrictas de las ITV, etc. y las carreteras y autovías actuales permiten ampliar los límites de velocidad en muchos tramos, sin perjudicar la seguridad. En Francia se puede circular por autovía a 130 Km/h. y a 110 Km/h. con lluvia. Eso parece mucho más lógico y razonable. En Alemania hay tramos de autopistas libres de velocidad, en los que se puede circular a más de 200 Km/h. sin ser sancionado.
La experiencia del ministro Rubalcaba de poner todas las autovías a 110 Km/h. fue la demostración que la velocidad no es el problema. Fue un fracaso y un gasto enorme de cambio de señales en toda España. Se demostró que un coche lanzado gasta lo mismo a 110 que a 120 Km/h. y la pérdida de tiempo y dinero era brutal, con millones de conductores perdiendo multitud de horas metidos en sus coches.
Las limitaciones de velocidad en zonas urbanas, con resaltos y badenes mal calculados por su excesiva altura o inclinación, suponen que pasándolos a la velocidad marcada se destroza el vehículo y en el asfalto quedan las marcas. Estos resaltos deben ser eliminados o reformados, ya que suponen un gran problema que obliga a frenar y reducir marchas, provocando más contaminación, más consumo de combustible y pérdidas de tiempo.
CAUSAS DE ACCIDENTES, Las autovías y autopistas son muy seguras y solo se permite ir a 120 Km/h., mientras que en carreteras de doble sentido con arcén se permite ir a 100 Km/h. cruzándonos a menos de un metro con otros vehículos en dirección contraria, lo que significaría un choque mortal a 200 Km/h. Realmente eso demuestra que los vehículos y conductores con los controles actuales tienen un nivel de seguridad muy alto y el problema de los accidentes no es cómo se circula habitualmente (un 10 o 20% más rápido de lo que marcan las señales de velocidad, que suelen ser excesivamente conservadoras), sino ir a una velocidad inadecuada a las circunstancias del tráfico, excesivamente lento o rápido y otros factores como el alcohol y drogas (60%), distracciones (45%), cansancio y sueño (25%), uso del teléfono, asfalto mojado, viento, etc.
Precisamente el obligar a circular a una velocidad muy baja, por debajo de la lógica, supone una distracción para el conductor que se aburre y deja de prestar atención a la carretera.
VEHÍCULOS INDUSTRIALES. Las furgonetas modernas tienen limitada la velocidad a 90 Km/h. en autovía. ¿Por qué motivo? Son vehículos con capacidad y tecnología para circular igual que un turismo e incluso muchas de ellas son simplemente un turismo ranchera o monovolumen con los cristales traseros tapados. Esto supone una pérdida de tiempo y dinero para las empresas y autónomos, por lo que la realidad es que la mayoría circulan a la misma velocidad que los turismos. Los controles de ITV para furgonetas son cada 6 meses a partir de los 10 años, es decir que todas están en perfectas condiciones.
Además, las empresas de autobuses piden que se les permita circular a 110 Km/h., con lo que ahorrarían mucho tiempo y dinero a sus viajeros. Los autobuses modernos están sobradamente preparados y sus conductores están bajo el control estricto de su tacógrafo, para tener los descansos legales, etc.
La Asociación de Empresarios y Comerciantes del Segura (ASECOM) apoya la racionalización y adaptación de las normas de tráfico, con señales de prohibición realistas y otras señales de información que adviertan y recomienden al conductor, pero que no signifiquen sanciones.