Septiembre marcará un nuevo ejercicio económico que tendrá como una de sus principales características la clara recuperación del sector inmobiliario, sobre todo en las grandes ciudades de la Región, empezando por la propia ciudad de Murcia, para ir poco a poco extendiéndose al resto de municipios.
Las estadísticas que iremos conociendo en los próximos trimestres, pondrán de relieve el aumento de concesiones de licencias de edificación, acompañado de una evolución al alza del precio de venta del metro cuadrado de vivienda, básicamente motivado por el incremento de una demanda insatisfecha y la escasa oferta de viviendas ubicadas en las zonas en las que desean vivir los ciudadanos.
Tras diez años de parón casi total del sector, sin apenas nuevas edificaciones, con un mercado de trabajo claramente en fase de recuperación, nos encontramos sin suelo ordenado suficiente para atender las necesidades de los ciudadanos de nuestra región. No se ha aprovechado la crisis para hacer gestión urbanística y ordenar suelo que evite procesos inflacionistas artificiales que dificulten el acceso a la vivienda de los ciudadanos.
Esto nos debe llevar a hacer un gran ejercicio para evitar errores del pasado. Por ello, debemos ser capaces de hacer del sector inmobiliario un sector económico sostenible en varios aspectos: medioambientalmente, financieramente, socialmente y laboralmente.
De ahí que me proponga presentar al propio sector, pero también al conjunto de la sociedad, una propuesta para que sea debatida y consensuada, basada en los 10 ejes de la agenda urbana impulsada por la ONU, la UE y los distintos gobiernos nacionales comunitarios.
A través de este documento se debe trabajar en soluciones efectivas y reales que permitan hacer un uso racional del suelo; prevenir y reducir los impactos del cambio climático; favorecer la economía urbana fomentando la cohesión social; garantizar el acceso a la vivienda; así como mejorar el marco normativo y de planeamiento, haciéndolo más actual, flexible y simplificado, que mejore la gestión del suelo para evitar procesos inflacionistas artificiales propicios para la especulación.
Trabajando con las administraciones públicas debemos ser capaces de gestionar suelo que provea a nuestras industrias de parcelas con todos los servicios avanzados a precios razonables, para que sigan creando empleo de calidad y prosperidad para todos.
Suelo para infraestructuras turísticas que nos permita convertirnos en un destino turístico de primer nivel, desestacionalizado, para dar estabilidad y calidad al empleo del sector.
Suelo para que los jóvenes puedan acceder a las viviendas en régimen de alquiler o en propiedad, sin tener que renunciar a una vida intercultural y global que lo conforma en sí mismo.
Suelo para que las familias puedan iniciar su proyecto vital con sus hijos, sin que la carga de la vivienda les permita a duras penas poder sobrevivir a final de mes.
En definitiva, una visión global con soluciones globales, lejos de considerar a este sector, tan relevante económica y socialmente, como un ámbito de especulación como algunos desean.
José Hernández
Presidente de la Asociación de Promotores de la Región de Murcia (Apirm)