Mucho se está hablando, no sin razón, de los nuevos retos que deben afrontar las empresas y sus gestores ante la era tecnológica tan apabullante que afrontamos. Todo se digitaliza, todo se procesa mediante mecanismos informáticos, robots, etc… Nos hablan del big data como el Santo Grial para las empresas. Y como en todo, existen riesgos.
Tenemos casos muy presentes de grandes ataques cibernéticos a organismos y grandes multinacionales, donde los datos personales, los datos empresariales quedan al descubierto, desprotegidos y a merced de cualquier mente fuera de sus cabales. Se trafica con esta información, se chantajea. Y qué decir de los rumores de intromisión y manipulación en procesos electorales de países tan importantes como EEUU, por ejemplo.
Sirva como dato relevante que se calculan unos 4.000 ciberataques diarios, situaándose España como el tercer país del mundo que sufre más ataques informáticos, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Comillas. No en vano, casi 9 de cada 10 empresas ha sufrido algún tipo de ataque informático en los últimos cinco años, según datos de Lloyd's.
En 2016 se detectaron 115.000 incidentes, de los cuales el 70% fueron dirigidos contra medianas y pequeñas empresas, lo que supone más de 80.000, según datos de INCIBE.
La proliferación de ataques informáticos sitúa la ciberseguridad entre las prioridades de las empresas y empresarios y les obliga de alguna manera a tomar las medidas necesarias para evitar lo que puede ser una auténtica catástrofe para sus negocios. No olvidemos que aquí entran en juego muchas variables, como son la protección de datos, los procesos productivos, los sistemas de información interna, la imagen corporativa, etc…
Por lo tanto es un tema que no debe dejarse a un lado y darle la importancia que de verdad se merece.
Pero no todo son malas noticias. Existen medios para evitar o paliar al máximo el daño que este tipo de ataques pueden causar. Empezando por un buen sistema de protección “preventiva” ante estos ataques. Acciones como el tener actualizado el sistema operativo, cambiar las contraseñas de forma periódica, realizar chequeos periódicos de los sistemas usados, son algunos ejemplos que pueden ayudar a evitar este tipo de incidentes o siniestros.
Por si todo esto fallara, también existe la posibilidad, cada vez más extendida de contratar un seguro que nos proteja de estos ataques y que en caso de ser víctima de unos de ellos, nos ayude a paliar los daños. Esto es importante ya que un seguro de protección “Ciberriesgos” bien hecho, nos puede evitar muchos problemas y paliar las pérdidas económicas que podamos sufrir.
Este tipo de seguros, tienen garantías tan interesantes como la cubrir los costes de restauración y recuperación de datos. Indemnizar por la pérdida de beneficios. Pago de Sanciones por incumplimiento de la LOPD o LSSI. Cubrir daños que se puedan causar a terceros por el robo de información. Asumir la defensa jurídica y el pago de fianzas. Es importante acudir a un asesor del sector para que nos oriente y adapte la póliza a nuestras necesidades, ya que cada empresa o empresario es un mundo. Y no todos tenemos las mismas necesidades.