martes. 30.04.2024

Confiesa que su vocación siempre fue ser empresario. A los 24 años (actualmente ya tiene 34) José Soler Navarro ya dirigía su propia empresa, THS (Técnicas Hidráulicas Soler), dedicada a las obras hidráulicas, calderería y grandes piezas metálicas. Y, desde hace más de tres años ha entrado de lleno en un mundo donde conviven arte e ingeniería.

 

¿Qué le motivó a poner en marcha su propia empresa?

Tengo la suerte de pertenecer a una estirpe de ingenieros del metal, así que creo que era algo que tenía que suceder, lo llevaba conmigo. A su vez, es toda una satisfacción ver crecer mi proyecto, a la par que yo crezco con él, rodearme del mejor equipo de trabajo y aportar a la Región de Murcia como empresa.

 

¿Cómo cree que ha afectado la situación actual a las ganas de los jóvenes por emprender?

Por algún motivo siempre hemos asociado el emprendimiento con personas de mayor edad, y no es de extrañar, a mayor edad mayor es tu economía, y experiencia, para poder invertir, crear. Pero esto ha cambiado, el mercado laboral es particular, y no termina de ponérselo fácil a los más jóvenes. Son muchos quienes se niegan a quedarse esperando una oportunidad, y deciden poner en valor sus ideas, en definitiva, sus sueños. La situación actual es todo un desafío, pero veo hay jóvenes que se atreven a emprender; cuentan con un perfil muy preparado, entienden la importancia del coworking, la formación, y son realmente muy competitivos.

 

¿Qué proyectos lleva la firma Técnicas Hidráulicas Soler? 

Nosotros también nos hemos reinventado. Anteriormente nuestro fuerte eran las bombas hidráulicas, pero aquello cambió. Me especialicé en diseño, ejecución e instalación de obras hidráulicas y metálicas de gran envergadura. De los proyectos que más orgulloso me siento son de aquellos que supusieron auténticos desafíos; la construcción del tobogán acuático más grande de Europa, 'El Ciclón' de Aqualandia Benidorm. Fue uno de esos proyectos que pueden llegar a generar vértigo, pura adrenalina. La obra del embalse de La Pedrera, un proyecto en el que hice la renovación de su planta de depuración. También realizamos obras de calderería, piezas especiales en acero, estructuras metálicas y reparación de bombas hidráulicas.

 

¿Y su inquietud artística? ¿Cómo llegó?

Represento la cuarta generación que trabaja el metal en mi familia, podemos decir que mi ADN está marcado por el acero. Dicen que el arte puede ayudar a curar un poco el alma, nos ayuda a sentirnos bien y respirar mejor. A mí me ha permitido entender que los sentimientos son universales, que todos los experimentamos seamos quienes seamos. En definitiva, el arte es como un hilo invisible que nos une en una emoción común al contemplar una obra. Llegó justo cuando lo necesitaba.

 

¿Qué tipo de piezas crea? 

Gracias a contar con taller propio y maquinaria de gran envergadura puedo dar forma a cualquier pieza de acero, creando obras espectaculares, únicas y personales. Una escultura es como un traje, de alta costura, a medida pues recoge las necesidades de quien la posee. Lo que hago es materializarlas con mis diseños, es más una creación que nace de los deseos del amante del arte que un objeto. En este sentido no diferencio entre arte e interiorismo, pues una pieza de arte, una escultura, bien elegida es todo lo que necesitas para transformar un espacio y que hable de ti. En definitiva, busco realizar cada escultura con sumo respeto por el día a día de mi cliente. Intento penetrar en el tejido de sus costumbres, estilo y mentalidad, sabiendo que cada lugar, que cada persona necesita respuestas distintas. En suma, trato de convertir la cotidianidad de un rincón en una experiencia sublime.

 

¿Por qué esculturas de acero?

Siempre he sido de mente inquieta, y el metal como elemento creativo me parece fascinante. No solo lo trabajo, sino que lo he estudiado al detalle, y me resulta increíble la infinidad de posibilidades de personalización que ofrece. Para mí el metal es una fuente inagotable de belleza, pues permite resultados muy atractivos.

 

¿Qué le diría a los jóvenes que quieren emprender o abrir su camino en el mundo del arte?

He tardado dos años en ver mis mejores resultados, he tenido que cambiar muchos fines de semana de diversión por trabajar a pleno rendimiento, cambiar caprichos por inversiones en maquinaria y materiales. Gracias a esas decisiones hoy puedo decir que me dedico al arte en acero y a la par mantengo mi negocio, THS. Les diría que los sacrificios y la persistencia traen su recompensa, aunque ésta pueda tardar. En definitiva, la meta existe, por muy lejos que esté, existe.

 

Todos aquellos que estén interesados en adquirir alguna de sus esculturas o realizar encargos personalizados, ¿Cómo pueden adquirirlas?

En mi web josesolerart.com pueden ver un amplio catálogo de muestra y para ponerte en contacto conmigo puedes hacerlo vía email [email protected].

José Soler Navarro, de ingeniero a escultor internacional