El diseño de la factura eléctrica regulada dificulta su comprensión
El 40% de los usuarios no comprende su factura de la luz, a pesar de que es obligatorio por ley garantizar una buena información sobre su consumo, según la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia.
El grupo de investigación de Publicidad y Relaciones Públicas de la UCAM ha publicado los resultados de un estudio sobre el diseño de la factura de la luz y su influencia en la comprensión de los conceptos facturados.
En España, el mercado eléctrico está parcialmente regulado, lo que significa que no solo los precios son intervenidos por el Estado, sino que también se impone un modelo de factura de obligatorio cumplimiento. El modelo es obligatorio por ley para todos los usuarios acogidos a la tarifa regulada (denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, PVPC) y la propia legislación la sugiere para el resto de pequeños consumidores (por debajo de 15 kW) aunque estén en el mercado libre. En la práctica, la mayoría de los usuarios domésticos reciben el mismo modelo de factura objeto de la investigación.
Aunque el mercado eléctrico en España es muy complejo, la investigación desarrollada desde la UCAM demuestra que ni el diseño ni la redacción de la factura regulada ayudan a comprender dicha complejidad. Los usuarios desconocen cuestiones tan básicas como si están acogidos a la tarifa regulada o se encuentran en el mercado libre. Además, el concepto más importante para poder comparar ofertas (el coste del kWh sin impuestos) en la factura oficial está “escondido” en la segunda página del documento, sin ningún contraste que lo destaque del resto de información que le rodea.
Este estudio demuestra que el modelo de factura español tampoco ha tenido en cuenta las recomendaciones de la Comisión Europea en materia de facturación eléctrica. La Comisión ofrece en su página web un modelo de factura como “ejemplo de buenas prácticas y de diseño claro y centrado en el usuario” donde el coste del kWh aparece en la primera página de la factura, acompañado de un tratamiento gráfico que lo destaca.
Desde el punto de vista del lenguaje, hasta el nombre dado a la tarifa (PVPC) es confuso, puesto que sería más claro para todos los usuarios denominar la “tarifa regulada”.
Todos los resultados de esta investigación, que cuenta con financiación del Plan Propio de Investigación de la UCAM, está disponible en el artículo científico publicado en el número 14 de la Revista Española de la Transparencia.