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Miles de extranjeros podrán vivir y trabajar en España gracias a los cambios en la ley migratoria

España es uno de los principales destinos para emigrar gracias a las ventajas que ofrece. Muchas personas deciden ir a este país a estudiar en sus universidades o simplemente para buscar una mayor calidad de vida.

La mayoría de los inmigrantes, además, son de origen latinoamericano. Los países de donde provienen atraviesan crisis políticas o económicas que obligan a sus ciudadanos a partir, por su propio futuro. Aunque muchos otros también aprovechan para ayudar a sus familiares económicamente por lo que suelen enviar dinero a Colombia, Perú, Venezuela o el país del que provengan.

Sin embargo, los latinoamericanos solían tener muchos problemas a la hora de poder venir a España. Varios países requerían una visa especial para poder ejercer labores en España. Los permisos de residencia más sencillos de obtener ofrecían poco tiempo de estancia y por supuesto no permitían trabajar.

Una vez que llegaban a España, los latinoamericanos generalmente se veían expuestos a trabajos informales. Para acceder a un trabajo legal era necesario poseer la residencia, pero el estado sólo otorgaba residencias a personas con trabajo formal. Este círculo vicioso no solo afectaba a los inmigrantes y a sus familias, sino que reducía la mano de obra disponible en España, que actualmente escasea en muchos sectores.

La reforma de la ley migratoria se implementa para reducir todos estos obstáculos, beneficiando a los inmigrantes y al empleo español.

¿Qué cambios se incluyen en esta ley migratoria?

La reforma a la ley migratoria beneficiará principalmente a estudiantes y trabajadores temporales, que podrán ser contratados directamente en su país de origen.

Los estudiantes extranjeros que se encuentren cursando carreras en instituciones españolas podrán optar a un trabajo de manera legal. La única condición es que este no exceda un máximo de 30 horas semanales.

Luego de graduarse, los extranjeros podrán permanecer hasta un año en el país sin solicitar una ampliación del permiso de estancia. Así, en este tiempo podrán trabajar de manera regular, beneficiando al sector productivo español y aprovechando la formación brindada en sus instituciones.

En cuanto a los trabajadores temporales, las empresas españolas podrán contratarlos directamente en su país de origen por tiempo limitado. Los extranjeros tendrán un permiso de cuatro años, en los que podrán trabajar un máximo de 9 meses por año, para luego volver a su país de origen. Esta medida aplica para sectores de temporada como el agrícola o el hotelero. Los trabajadores contratados de esta manera podrán solicitar un permiso de residencia y prorrogar su permiso de trabajo hasta dos años más.

Otro cambio importante de la ley migratoria es el referente al arraigo por formación. Esto quiere decir que los extranjeros que han estado en España por al menos dos años podrán solicitar la residencia si realizan una formación en áreas donde es necesario aumentar la fuerza de trabajo. Así, se garantiza que el sector productivo pueda encontrar mano de obra calificada.

Todos estos cambios benefician principalmente a los inmigrantes que provienen de países latinoamericanos, que desean venir a España para trabajar.

España es uno de los principales destinos de los migrantes latinoamericanos porque pueden desarrollarse en un país con estabilidad económica y política, pero hablando el mismo idioma y estando en una cultura sencilla a la que adaptarse.

¿Qué beneficios tiene para los que desean emigrar a España?

La reforma a la ley migratoria no solo beneficia a los inmigrantes que llegan a España, sino que también apoya a sus familiares que lleguen al país. Las personas que lleguen por medio de la reagrupación familiar podrán contar con permiso de trabajo. Mientras que con la ley anterior, sólo tenían acceso al permiso de residencia.

La posibilidad de trabajar reduce el peso que recae sobre el inmigrante principal, pues ya no debe cargar con los gastos asociados a toda la familia. La ley anterior establecía esos límites como una manera de proteger los puestos de trabajo para naturales españoles, pero este objetivo no es consecuente con el panorama actual del sector.

Actualmente, los niveles de población de españoles son cada vez menores, mientras que el número de inmigrantes aumenta. Sumado a esto, los nacionales deciden emigrar o no participar en puestos de trabajo clave, generando un déficit de empleados en muchos sectores.

Por otro lado, muchos inmigrantes con ganas de trabajar en estos puestos no podían hacerlo y se veían forzados a aceptar trabajos ilegales, donde son explotados y mal pagados en muchas ocasiones.

El ecosistema laboral de la España actual necesitaba estos cambios para solucionar tanto el problema de los inmigrantes parados como de los empleos sin trabajadores.

La mano de obra que se suma con la nueva ley es, además, mano de obra cualificada para los puestos necesarios. El énfasis de la reforma en retener a los estudiantes permite que las personas que se forman en las universidades sigan aportando al país, y no se vean forzadas a volver a su lugar de origen.