Tortosa: "En la empresa familiar hay que cuidar la comunicación entre socios: también son hermanos o primos"
Para Tortosa, "2019 será el año de la empresa familiar", con la celebración en Murcia del Congreso Nacional, en el que se espera la presencia del Rey Felipe y del presidente Pedro Sánchez
José María Tortosa, presidente de la asociación de la Empresa Familiar (Amefmur), pasó por el espacio 'Sin ruido de fondo' dirigido por Azucena Marín y que se emite en Televisión Murciana cada día de lunes a jueves (20:30 horas). El presidente de la empresa familiar repasó los hitos y logros de este importantísimo conjunto empresarial, destacando la próxima celebración en octubre del Congreso de la Empresa Familiar en la capital murciana, y que previsiblemente contará con el Rey Felipe y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quienes han sido habituales en anteriores ediciones.
Tortosa recordó el gran peso de las empresas familiares en la economía murciana, pues aglutina al 92% de las corporaciones de la Región y genera el 85% del empleo, algo que les lleva a ser escuchadas muy atentamente en asuntos como la Ley de Sucesiones, que fue suprimido el año pasado por el Gobierno regional, y que afectaba directamente a los empresarios de este colectivo.
Precisamente la sucesión es uno de los retos que se le presenta en algún momento a toda empresa familiar, y el presidente de la asociación se congratuló de que cada vez son menos los problemas que este trance representan, gracias a que estas compañías cada vez están más profesionalizadas. "Las familias empresarias cada vez son más conscientes que hay que cualificar y colocar a los mejores gestores", declaró José María Tortosa.
No obstante, la gestión entre la familia y el negocio siempre provocan algunas fricciones. Sobre ello, José María Tortosa reflexionó que "hay que cuidar las emociones y la comunicación, tanto hacia dentro como hacia fuera, y sobre todo hay que cuidar mucho a nuestros socios, que además son nuestros hermanos o primos. Con la comunicación también ayudamos a la profesionalización".
La empresa familiar aporta un valor extra a la sociedad, y no es otro que el arraigo. "La empresa familiar tiene un compromiso añadido, y es que las familias están muy arraigadas y localizadas. Estas compañías miran más al largo plazo, y precisamente esta mirada las llevó a durante la crisis a sacrificar los beneficios para proteger el empleo. Las empresas familiares pensamos en la sucesión y en permanecer".
Esta manera diferente de hacer las cosas también ha llevado a este tipo de compañías a mirar al exterior de una forma muy particular: "La globalización, para nosotros, no es solo exportar, sino asociarse en el país en el que vendemos con otras empresas familiares locales. Esto, de nuevo, nos ayuda a mirar al largo plazo", concluye Tortosa.