¿Adiós a las falsificaciones chinas?
Los productos protegidos españoles son las DO de vino de Rioja, Cava, Catalunya, La Mancha, Valdepeñas, Jerez, Navarra y Valencia; las DO de aceite Sierra Mágina (Jaén) y Priego de Córdoba (Córdoba), así como la IG de brandy de Jerez y la DO de queso manchego.
A partir de ahora, si en un supermercado de Pekín pide queso manchego, le darán queso manchego y no una imitación fabricada muy lejos de La Mancha. O al menos eso es a lo que se ha comprometido China tras firmar un acuerdo con la Unión Europea (UE) para proteger los productos típicos europeos.
Tras maratonianas conversaciones con el Gobierno chino para sellar un proceso iniciado en 2006, la UE firmó este mes un pacto que recoge un viejo anhelo de Bruselas, proteger cien indicaciones geográficas (IG) y denominaciones de origen (DO) europeas en China, a cambio de salvaguardar otras cien chinas en la UE.
Entre ellas figuran doce españolas, la mayoría vinos, pero también aceites y el queso manchego.
Concretamente son las DO de vino de Rioja, Cava, Catalunya, La Mancha, Valdepeñas, Jerez, Navarra y Valencia; las DO de aceite Sierra Mágina (Jaén) y Priego de Córdoba (Córdoba), así como la IG de brandy de Jerez y la DO de queso manchego.
Además, la UE y China informaron de que cuando se cumplan cuatro años de la entrada en vigor de este compromiso, se amplíe a 175 referencias comunitarias, de las que 36 pertenecen a España.
En esta segunda lista habrá 15 vinos españoles, como Penedés o Rías Baixas; nueve aceites, como Baena o Montes de Toledo; cinco de productos cárnicos, como Guijuelo o Jamón de Teruel y Paleta de Teruel; dos indicadores de turrones; la indicación geográfica Cítricos Valencianos; el Pacharán navarro; el queso de Mahón-Menorca, el Azafrán de la Mancha y el Vinagre de Jerez.
"Es un acuerdo estratégico y el primero entre China y la UE que garantiza la protección completa y efectiva de estos productos", explica a Efe Carlos J. Tórtola Sebastián, consejero de la Oficina Económica y Comercial adjunta a la Embajada de España en Pekín.
El funcionario reconoce los frecuentes casos de "imitación, falsificación, copia y usurpación" que se registran en China, que plantean "uno de los principales desafíos que actualmente afrontan las autoridades de este país".
A veces, algunas marcas venden el producto como "del estilo de" para evitar el fraude, pero hay veces en que en los supermercados es posible encontrar todo tipo de usurpaciones.
La incógnita, en realidad, es qué mecanismos pondrá en marcha China para castigar a quienes infrinjan el acuerdo: Tórtola Sebastián reconoce que "la protección no será completa, homologable a la europea, hasta que no se armonice el sistema legislativo que está desarrollándose en estos momentos".
UN PEQUEÑO PASO PARA CHINA, UN GRAN PASO PARA LA APERTURA. El acuerdo, calificado en una declaración conjunta entre la Comisión Europea y el Ministerio chino de Comercio como "un poderoso paso, concreto, para una mayor cooperación entre China y la UE", llega en plena guerra comercial entre Washington y Pekín.
El profesor de comercio internacional Tong Jiadong, de la Universidad de Nankai, argumenta que aunque China prometa a EE.UU. importar más de sus productos agrícolas como parte de un acuerdo parcial para mitigar su conflicto, el país asiático aún necesitará ciertos productos de los países europeos.
Tong cree que la UE tiene una "ventaja comparativa" en ciertos alimentos que China precisa, como cereales, leche y productos lácteos y vinos, y de ahí el gesto con Bruselas para facilitar el acuerdo, que según Tórtola Sebastián debe "facilitar la exportación de estos productos".
"Este es un mercado de enorme potencial, con una creciente clase media, cada vez más sofisticada en sus gustos y con un mayor nivel adquisitivo, asimilable ya al europeo", apunta Tórtola Sebastián.
De hecho, es cada vez más común ver a locales en supermercados de productos importados que antes eran un lujo reservado para las élites, y en cuyas estanterías pueden encontrarse todo tipo de especialidades extranjeras.
Sin embargo, pocos en China conocen la usurpación de las DO, lo que sitúa al consumidor en una situación de indefensión. Por eso, la protección debe venir acompañada de "campañas de promoción orientadas a la diferenciación y la buena reputación de estos productos", agrega el responsable de Comercio español.
En 2018 España exportó a China casi 6.300 M€ de mercancías, de las cuales 1.032 M€ fueron productos agrícolas, recuerda el funcionario.
Asimismo, China es el segundo destino principal de las exportaciones agroalimentarias de la UE, y las ventas a ese país alcanzaron los 12.800 millones de euros entre septiembre de 2018 y agosto de 2019.
"Es de esperar que los productos protegidos en el acuerdo aumenten su reconocimiento entre los consumidores chinos y sean más demandados en los próximos años", pronostica Tórtola Sebastián.