CAMBIOS

Guias telefónicas y cabinas, abocadas a la extinción

La CNMC pide la exclusión de guías y cabinas del servicio universal de telecomunicaciones que garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de telecomunicaciones

Telefónica repartió tan sólo 304 guías telefónicas el año pasado, una cifra "irrisoria" si se compara con los 19 millones de líneas telefónicas fijas que hay en España, con lo que estos listines parecen tan llamados a desaparecer como las populares cabinas.

 

Esta semana, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha reflexionado en su blog sobre cómo las guías en papel han sido progresivamente sustituidas por las de formato electrónico o buscadores "online" de números de teléfono y ha publicado algunos datos de interés.

 

Por ejemplo, que la caída en desuso de estos listines no es reciente, sino que ya el Eurobarómetro de 2010 revelaba que el 74% de los ciudadanos no consultaba una guía telefónica "nunca o casi nunca", mientras que un 2% lo hacía sólo una vez al mes.

 

También las cabinas telefónicas han vivido un proceso de decadencia en España, si se tienen en cuenta que en los momentos de mayor esplendor llegó a haber 55.000 (100.000 contando los teléfonos existentes en recintos públicos como aeropuertos, hospitales). Las últimas estimaciones cifran las cabinas en 18.000, de las que 12.000 ya no son rentables.

 

A esta caída han contribuido la extensión de la telefonía móvil y la aparición de locutorios y tarjetas telefónicas.

 

En este contexto, la CNMC ha pedido en numerosas ocasiones, la última en un reciente informe, la exclusión de guías y cabinas del servicio universal de telecomunicaciones, que garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de telecomunicaciones "con independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y a un precio asequible".

 

No es la única petición de la CNMC en cuanto al servicio universal, que también recomienda al Gobierno ampliar el colectivo de personas que pueden beneficiarse del abono social que ofrece Telefónica a jubilados y pensionistas cuya renta familiar no supere de los 9.023,5 euros.

 

El abono social consiste en una reducción del 70% de la cuota de alta de la línea telefónica fija individual y del 95 % de la cuota mensual, siempre que no esté empaquetada con otro servicio.

 

Competencia elaboró en 2017 un informe, cuyo contenido vuelve a reiterar en el recientemente publicado, en el que pedía al Gobierno una serie de mejoras para aumentar la efectividad del abono social, entre ellas que la ayuda pudiera solicitarse para cualquier producto de Telefónica que incluya la cuota de abono, empaquetada o no.

 

En el citado informe, la CNMC destacaba que el régimen de incompatibilidades establecido por Telefónica "conduce a que muchos potenciales beneficiaros del abono social opten por no solicitarlo" porque, desde el punto de vista económico, les resulte más ventajoso optar por un producto convergente.

 

Competencia proponía, asimismo, que colectivos con dificultades económicas (por ejemplo, parados de larga duración) pudieran beneficiarse del abono y que además de por correo electrónico, fax o carta, se pudiera solicitar el abono social en las tiendas de Telefónica o a través del teléfono gratuito 1004