“El Máster en RSC de la UMU me cambió la vida; modificó mi forma de ver la empresa y la gestión de los Recursos Humanos”
Tras más de 20 años dedicados a la gestión, formación y desarrollo de los Recursos Humanos en el mundo de la empresa, Francisco J. Bastida se siente preparado para dar el salto a la formación. Por ello, coordinará el próximo curso 2022-23 el módulo dedicado a los ‘Sistemas de gestión de la RSC’ en la X edición del
Máster en RSC de la Universidad de Murcia (UMU).
El plazo de matrícula de este reputado Máster está abierto hasta el 14 de octubre de 2022. El enlace de inscripción está disponible en: https://casiopea.um.es/cursospe/responsabilidadsocialx.f o a través del correo electrónico catedrarsc@um.es .
Además, ‘Chesco’ -como es conocido coloquialmente- es desde hace más de dos años presidente de MásRSC, una asociación sin ánimo de lucro formada por antiguos alumnos y alumnas del Máster en RSC y el Curso de Agente de Igualdad Empresarial de la UMU para crear un punto de referencia, unión y fomento de RSC y
la Sostenibilidad en la sociedad murciana.
A día de hoy, MásRSC agrupa a cerca de un centenar de directivos, expertos, profesores e investigadores de la Región de Murcia del ámbito de la RSC. Hasta la fecha, ha ofrecido jornadas sobre la importancia de los ODS y la Agenda 2030 de la mano de la Autoridad Portuaria de Cartagena. Una actividad formativa que también les ha llevado a impartir sesiones de concienciación en centros de enseñanza como el CEIP Virgen de Guadalupe o el CEIP Federico de Arce.
Francisco J. Bastida nos recuerda que el 66% de las empresas del IBEX 35, potenciales clientas de las pymes, ya evalúan a sus proveedores bajo criterios sociales, y el 71% bajo criterios ambientales. A ello se suma el hecho de que el 64% de los consumidores españoles tengan en cuenta en sus compras la sostenibilidad.
Por ello, cree que “una empresa comprometida con la sociedad y con su entorno tendrá una mejor imagen exterior, y por lo tanto la confianza que tienen sus clientes aumentará”. Además, “logra involucrar a los empleados en un proyecto común: contribuir al desarrollo local y global”.
Licenciado en Derecho por la UMU, cuenta también con un Máster en Dirección y Gestión de RRHH, un Máster en Prevención de Riesgos Laborales y, por supuesto, el Máster en RSC de la UMU –formó parte de la primera promoción-. Además, cuenta con cursos de formación en gestión de RRHH, formación, selección, desarrollo,
coaching y liderazgo.
-Lo primero, ¿Cómo les explicas a tus hijos qué es eso de la RSC?
Es una forma de dirigir las empresas y las instituciones que se basa en la gestión de los impactos que sus actividades generan sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general. Nuestros hijos son uno de los principales grupos de interés de las empresas: son consumidores, hijos de empleados, jóvenes trabajadores, miembros de la comunidad, futuros empleados y dirigentes de empresas. Por lo tanto, toda la actividad de las empresas les afecta a ellos y al planeta, por lo que les insisto en que ellos en su esfera individual deben ser responsables y sostenibles, tomando buenas decisiones para cuidar de las personas y de las cosas y que estas, a su vez, cuiden de nosotros.
-Profesionalmente, ¿Cómo llegaste al mundo de la Responsabilidad Social?
Pues asistí a una charla que Longinos Marín (@longinosmarin) dio en la Universidad de Murcia allá por el año 2008 o 2009, en los inicios de la difusión de la RSC. Vi que esto sería fundamental en todas las empresas y que los empleados querrían trabajar en empresas que tuviesen un compromiso con la sociedad, con sus empleados y con
el medio ambiente, y que como Director de RRHH yo tendría que incorporar esas políticas a la empresa para que los empleados se sintiesen comprometidos y orgullosos de trabajar allí.
A partir de ese momento, comencé a leer sobre RSC y a asistir a charlas y cursos sobre esta materia con gran interés, por lo tanto, cuando la Cátedra de RSC decidió poner en marcha el Máster de RSC en su primera edición no tuve ninguna duda en hacerlo, lo que fue una de las mejores decisiones profesionales y personales que he
tomado. Creo que el Máster me cambió la vida, modificó mi forma de ver la empresa, la gestión de los recursos humanos y nuestro papel en el mundo como consumidores.
-¿Cómo te defines profesional y personalmente?
Responsable de Personas, Valores y Responsabilidad Social Corporativa: trabajo para y por las personas, gestionando cada día su felicidad y bienestar en el trabajo. Conciliador, curioso por aprender y conocer, escuchador, curtido en la adversidad, acostumbrado a gestionar la incertidumbre. Lector incansable, los libros son mi refugio. Buscador de felicidad para los demás y para mí. Preocupado por hacer y dejar el mundo más agradable para todos.
Desde hace años dedico parte de mi tiempo a que las personas trabajen a gusto, estén preparadas para hacer su trabajo, se sientan integradas en el proyecto de empresa y muestren iniciativa en un lugar donde haya un ambiente de transparencia, colaboración, superación y esfuerzo. Intento ser cercano con la gente, natural en el trato, honesto y humilde.
-¿Cuál ha sido la frase que más te ha halagado en el terreno profesional? ¿Y la que más te ha dolido?
Lo que más me ha gustado es que los empleados me digan que los he escuchado con empatía, que he comprendido su situación y que los trato con justicia y cercanía. Además, por mi profesión de Director de RRHH, he tenido que realizar muchos despidos y tomar decisiones duras y me satisface el que después de tener que realizar esos despidos, el encontrarme con esos trabajadores y decirme que los trate con mucho respeto en ese duro momento.
Respecto a la que más te ha dolido, no hay una en concreto, pero sí me disgusta mucho cuando la dirección de la empresa no conoce el fundamental trabajo que se hace en RRHH y RSC y minusvaloran ese trabajo y no ponen a las personas en el verdadero centro de las decisiones estratégicas. Creo que los valores no se escriben en un papel, se sienten y aplican cada día, creo que las personas no son un recurso, son la razón de ser de las organizaciones.
-Tras estar toda tu trayectoria laboral dedicado al área de RRHH en el mundo de la empresa, ¿te sientes preparado para dar el salto a la formación en la X edición del Máster en RSC de la UMU?
Llevo muchos años impartiendo formación y siempre es algo que me apasiona, pero a la vez también es muy exigente si te entregas a tope, pero el mundo de la RSC es apasionante, lleno de experiencias y con un alto compromiso por cambiar y mejorar este mundo, por lo que, con estos ingredientes y mi ilusión por participar en el Master ya desde sus inicios, estoy seguro de que saldrá bien.
-¿Las empresas, valoran el talento sénior?
Vivimos en una sociedad en la que se le concede gran valor a la inmediatez, a la creatividad y a los resultados que pueden ofrecer los más jóvenes. Un mundo que considera que el talento joven es el presente y el futuro, por tanto, se centra en potenciarlo. Por el contrario, deja cada vez más de lado al talento sénior, porque cree que los mayores no tienen nada que aportar puesto que no están adaptados a los tiempos modernos. Es indiscutible que el talento sénior aporta una gran experiencia y conocimiento de la empresa, de los productos, protocolos, procesos y sus modificaciones o transformaciones a lo largo de los años.
Los contactos es otro de los activos más importantes en los séniors. A diferencia de los nativos digitales, el talento sénior tienen mayor capacidad de concentración, lo que les hace ser más eficientes y productivos. Los/as profesionales séniors aportan estabilidad a la organización, valoran formar parte de la empresa, los que les hace ser más leales. Y además por el camino que han recorrido, su nivel de madurez personal y profesional es mayor que el resto de las otras generaciones. Contribuyen a un mejor clima laboral, se anticipan a las situaciones, y tienen un gran nivel de resiliencia ante los cambios.
-¿Cuáles son las ventajas de cursar el módulo que vas a dirigir en el Máster de RSC y el propio máster, para los estudiantes?
Yo hablaría de tres ventajas principales: es un producto consolidado. En segundo lugar: la gran diversidad de profesorado y ponentes procedentes de la universidad y de grandes empresas e instituciones relevantes a nivel nacional e internacional. Y, por último, la enorme diversidad y motivación del alumnado. Contamos con estudiantes de diversas ramas de formación y experiencia profesional que hacen que el Máster tenga una gran diversidad de posibilidades de enriquecimiento y crecimiento personal y profesional.
-Las organizaciones, ¿entienden que la única forma de hacer tangible la RSC es a través de los sistemas de gestión?
Es un punto de partida, pero no el único. Pero es fundamental contar con un sistema de gestión para organizar la RSC y esté en consonancia con el resto de sistemas de la empresa y para que estratégicamente sea considerada en todas las actuaciones y decisiones de la organización. Por eso es importante que las empresas conozcan los
diferentes sistemas de gestión de la RSC que existen y luego escojan el que mejor se adapte a su estrategia y valores.
-¿Cuál ha sido a lo largo de tu trayectoria profesional tu secreto para ‘vender’ la RSC a la alta dirección?
El hacer visible y tangible a la dirección que los empleados quieren estar en empresas que vayan más allá de lo que legalmente tienen que hacer, quieren trabajar en empresas comprometidas con sus trabajadores y con su entorno, empresas que no sea cortoplacistas con su entrono y que sean sostenibles, donde se reconozca y
valore el trabajo bien hecho, en definitiva, empresas que la sociedad quiera que exista y esto se consigue con la RSC.
-¿Crees que el comportamiento ético o el compromiso son ‘rentables’ económicamente para las empresas?
Creo que, si como empresa eres ética, comprometida y responsable, habrá un retorno financiero inmediato. Los empleados, con esas políticas responsables aumentan su compromiso y orgullo de empresa, se reduce la rotación y el absentismo y se aumenta la productividad de los mismos, siendo un polo de atracción para los trabajadores y
reduciendo costes de selección de personal. Por otro lado, los clientes también quieren estar con empresas socialmente responsables, al igual que los consumidores. Las ventajas económicas son evidentes y tangibles.
-Sobre la asociación MásRSC. ¿Hasta qué punto la mayor sensibilización y formación de la sociedad hacia la sostenibilidad empuja a las empresas a posicionarse como ejemplos en RSC?
Porque las empresas quieren seguir vendiendo a sus clientes y consumidores y quieren empleados comprometidos con su marca que se sientan orgullosos de la misma, por lo que la RSC les va a ayudar en esa venta tanto interna como externa, necesitamos no ser la mejor empresa del mundo sino la mejor empresa para el mundo y ello comporta actuaciones y comportamientos éticos y sostenibles.
-¿Cómo fomentar una educación que tenga en cuenta no sólo el beneficio económico, sino también la adopción de los criterios ASG -Ambientales, Sociales y de Gobernanza-? ¿Quién o quiénes deben liderar este cambio?
Sería fundamental empezar ya por la educación primaria, por los más pequeños, pero también en todos los estratos educativos, pues creo que las generaciones de los más jóvenes se muestran preocupados por el cambio climático, por la sostenibilidad y por criterios éticos y responsables en la gobernanza y dirección de las empresas para que no solo exista un criterio de ganar dinero, sino también el cómo ganarlo.
Para ello, las administraciones públicas y empresas deben comenzar por trasladar esos criterios ambientales, sociales y de gobernanza a la educación y a las empresas, siendo esas administraciones ejemplo de cumplimiento y exigencia de dichos criterios.
-¿Qué balance haces de estos dos años como presidente de MásRSC?
Muy positivo, nos comprometimos a intentar hacer y dejar este mundo un poco mejor, puesto que queremos ser parte de mejorar lo que está ocurriendo y a crear empresas y personas comprometidas y socialmente responsables. Todo ello ha sido posible gracias al trabajo de la Junta Directiva, que mantiene la ilusión intacta de seguir trabajando por la sostenibilidad y la RSC en la Región.
Seguimos con esa ilusión, siempre con la mirada puesta en el asociado y en sus intereses en la formación, el reciclaje, el empleo; estableciendo alianzas y acuerdos con organizaciones y entidades que hagan difundir la RSC y la sostenibilidad en la mayoría de campos posibles, pues creemos que el trabajo colaborativo es esencial para la transformación hacia un modelo sostenible. Estamos especialmente contentos con la impartición de charlas sobre RSC en diversos colegios de la Región y es algo que queremos seguir impulsando, pues la acogida ha sido muy positiva.
-Dinos un referente personal o profesional que haya marcado su trayectoria.
Han sido muchos, hay personas muy interesantes en el camino que te vas encontrando y de los que intento observar y aprender. En el ámbito personal, mis padres desde su humildad y sacrificio han sido un ejemplo en el que mirarme y mi mujer es fundamental en mi vida, por su coherencia, su honestidad y su compromiso por los demás y por mejorar un poco este mundo.
En el ámbito profesional, en la gestión y dirección de Recursos Humanos, destacaría a Antonio Ángel Pérez Ballester, ha sido clave en mi forma de entender la empresa y este mundo y en saber lo que verdaderamente es importante y poder ser coherente conmigo mismo y mi entorno. En el ámbito de la RSC, ha sido fundamental Longinos Marín, porque a través de él he podido entender, querer y comprometerme con la sostenibilidad y la ética en los negocios y en las empresas y en el mundo a través de la RSC; no estaría aquí sin él.
-Por último, te pedimos que compartas con nosotros una frase, un libro y una canción para este verano.
Mi frase: "Pon el corazón, mente y el alma incluso en los actos más pequeños. Ese es el secreto del éxito" (Swami Sivananda, maestro espiritual y uno de los grandes maestros de yoga de la India). Un libro que acabo de terminar, “Volver a dónde”, de Antonio Muñoz Molina, una lúcida mirada sobre la España actual a través de la memoria íntima de una familia a lo largo del último siglo, un libro de una belleza sobrecogedora que reflexiona sobre el paso del tiempo, sobre cómo construimos nuestros recuerdos y cómo éstos, a su vez, nos mantienen en pie; un testimonio imprescindible para entender la responsabilidad que adquirimos con las nuevas generaciones. Me vas a permitir dos canciones, “Aviones Plateados” de El Último de la Fila, y “Mediterráneo” de Serrat, inseparables en mi vida.