El precio del petróleo azotará los dividendos de las petroleras europeas en 2025
Entre 2022 y 2023 el sector energético pasó por un período excepcionalmente positivo. Los elevados precios del crudo junto con una demanda sólida posibilitaron un rendimiento singularmente favorable para compañías como Repsol, Eni, Equinor, BP, TotalEnergies o Shell. En cambio, a lo largo de 2024 hemos podido ver algunos cambios que han modificado el contexto con una caída de los precios del petróleo y un exceso de la oferta.
Previsiones a futuro: Caídas en los precios y su impacto en las compañías petroleras
En 2025, los vaticinios no parecen ser más optimistas. De acuerdo con los datos de Goldman Sachs, el precio de venta del petróleo Brent se moverá en torno a los 76 dólares por barril, una cifra bastante similar a la que augura Morgan Stanley con un rango que se sitúa entre los 75 y 78 dólares. En cambio, Fitch Ratings mantiene una perspectiva algo más pesimista apostando por los 70 dólares. En conjunto, si estas estimaciones resultan ser ciertas, podríamos estar hablando de una caída de entre el 12% y el 15% frente al promedio que se sostuvo en 2024 con 80,40 dólares.
Dadas las previsiones, Goldman Sachs opina que, en el caso de que finalmente el precio descienda a los 70 dólares, las compañías petroleras europeas podrían sufrir una caída de su rendimiento hasta a un 12,7% o, incluso a un 11,7% a lo largo del próximo año. Además, en el caso de que el escenario acabe siendo más negativo de lo esperado con un precio a 60 dólares, la reducción podría alcanzar hasta un 10,7%.
Quienes quieran observar el precio del petróleo pueden hacerlo en websites o plataformas especializadas como las que permiten invertir con Plus500 u otras disponibles. De acuerdo con Morgan Stanley, la producción global podría verse incrementada en 2,6 millones de barriles al día, una cuota que se sitúa bastante lejos del crecimiento de 1,2 millones de barriles diarios que experimentaría la demanda. Al mismo tiempo, la participación de nuevas refinerías ubicadas en regiones como Nigeria o México acrecentará la competencia y, por tanto, se espera que los márgenes se vean aún más comprometidos. Asimismo, debemos tener presente el proceso de desaceleración económica que está viviendo China en estos momentos y que será un agente restrictivo importante en la evolución de la demanda.
Resultados financieros de las petroleras europeas y perspectivas a futuro
Si echamos un vistazo a los resultados financieros que han registrado las petroleras europeas podemos comprobar una caída importante en beneficios. A lo largo de los primeros tres trimestres de 2024 acumularon 60.711 millones de dólares con Shell encabezando la lista y 18.090 millones. En segundo lugar, se posicionó Total Energies con 14.200 millones y BP con 12.500. Aún así, otras compañías como Repsol o Equinor han registrado descensos importantes con caídas que estriban del 50% y el 36% respectivamente si los comparamos con los resultados que se generaron a lo largo de 2023.
En el contexto de los mercados bursátiles el rendimiento de las compañías europeas no fue muy distinto. De acuerdo con el iShares MSCI Europe Energy ETF, 2024 finalizó anotando una pérdida del 6,18% en contraste con el cierre de Stoxx 600 con una ganancia del 5,98%. Se trata de una referencia bastante representativa de las limitaciones que el sector está experimentando con unos márgenes cada vez más presionados en un entorno con una capacidad de refino global cada vez más elevada.
Repsol, por ejemplo, experimentó una caída de alrededor del 13% a nivel de cotización en 2024 junto con una pérdida del beneficio neto del 36%, en total 1.792 millones de euros netos. Este movimiento ha generado una cotización única del 54% de su valor en libros. A esto debemos sumar que la compañía acumula uno de los múltiplos de valoración más reducidos frente a sus homólogos con un ratio EV/EBITDA (medidor del valor de la compañía de acuerdo a sus beneficios operativos) de 3,24. Esto podría interpretarse como una percepción negativa por parte del mercado (o al menos dudosa) sobre su capacidad para generar beneficios operativos.
No obstante, Repsol ha sentado las bases de un plan estratégico con proyección a 2027 con el objetivo de repartir 10.000 millones de euros en concepto de dividendos y recompra de acciones, una suma que equivaldría a 8,5 euros unitarios. En este sentido, hemos podido saber que ha anunciado un dividendo de 0,475 euros por acción para el mes de enero de 2025.
Por otra parte, algunas firmas como Renta 4 establecen el precio objetivo de la compañía en 17,8 euros lo cual representaría una potencial revalorización de alrededor del 50%. Sin embargo, también hay otras que optan por una perspectiva más moderada, fijándolo en 15,2 euros.
Si bien es cierto que existen ciertas variables desfavorables, hay ciertos elementos que podrían arrojar algo de luz de cara a 2025. Por ejemplo, la situación geopolítica en Ucrania u Oriente Medio sumados a la reducciones en la cuota de producción por parte de la OPEP+ probablemente ejerzan un efecto estabilizador en la valorización del crudo. Tampoco se puede pasar por alto el aumento del precio del gas natural en un 44,5% a lo largo del pasado año lo cual supondrá sin duda un aliciente importante para aquellas compañías que también están interrelacionadas con dicho segmento, entre ellas Repsol.