CaixaBank ha cargado duramente contra el nuevo impuesto a la banca que prepara el Gobierno, que ha tachado de "injusto, distorsionador y contraproducente", y ha estimado que la aplicación de dicho gravamen podría costarle este primer año entre 400 y 450 millones de euros.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha calificado este viernes de "equivocada y errónea" esta nueva figura fiscal, que inicia ahora su trámite parlamentario y que gravará al 4,8% el margen de los intereses y las comisiones que cobran las entidades financieras.
La tasa, con una vigencia de dos años, será obligatoria para los bancos cuyos intereses y comisiones cobradas a los clientes superaran los 800 millones de euros en 2019. Las entidades deberán hacer frente al pago de la obligación en 2023 y 2024 en base a los resultados de los años anteriores.
Los cálculos preliminares de CaixaBank indican que "lo probable" para este año es que la tasa le genere un impacto "muy significativo", de entre 400 y 450 millones, pagadero en 2023. Todavía no ha hecho estimaciones sobre el coste que este impuesto, que "no es fiscalmente deducible", tendrá el próximo año.
En rueda de prensa, Gortázar ha explicado que el impuesto es "injusto" porque su creación parte de la base de que los bancos están teniendo unos resultados extraordinariamente elevados, y "eso no es cierto", ha asegurado.
La rentabilidad media del sector, ha recordado el directivo, "es baja", pues se sitúa en el 5,37%, y la previsión de los analistas es que siga cayendo este año.
"En 2023 y 2024, los resultados pueden mejorar, pero no tenemos la bola de cristal. La evolución de tipos va a ayudar a mejorar, pero no sabemos cómo va a seguir la evolución económica y el impacto de la morosidad", ha detallado Gortázar en la presentación de los resultados del primer semestre, en el que CaixaBank ha obtenido un beneficio de 1.573 millones, un 17% más sin los extraordinarios de la fusión.
Gortázar ha agregado que de las 35 empresas que conforman el Ibex solo hay once que cotizan por debajo de su valor contable y, de esas, cinco son bancos.
"La banca está a la cola de la rentabilidad de las empresas del Ibex", ha señalado el directivo, que ha insistido en que "no se puede justificar un impuesto sobre beneficios extraordinariamente elevados porque no existen".
También cree el consejero delegado de CaixaBank que el impuesto a la banca es "distorsionador", pues afecta únicamente a aquellas entidades cuyos intereses y comisiones superaron los 800 millones en 2019: "Supone una enorme distorsión de la competencia que tengamos un gravamen de este tipo y otros no", ha dicho.
Ha apuntado, en este sentido, que la banca española compite con entidades extranjeras que tienen sucursales en España y que no alcanzan estos ingresos, por lo que no van a estar sujetas a este gravamen. Tampoco los fondos buitre van a tener que pagar la tasa. "¿Vamos a dejar que ellos sean más competitivos? No me parece razonable", ha subrayado.
CaixaBank considera asimismo que la nueva figura fiscal, tal y como está diseñada, distorsiona la normativa bancaria europea, que pide que se repercutan todos los costes a la hora de hacer una previsión de la concesión de crédito.
La nueva normativa, en cambio, prohibirá por ley que la banca traslade a los clientes el impuesto. La CNMC y el Banco de España serán los encargados de vigilar que esto se cumpla.
"Como país no nos podemos permitir ir en contra de la normativa europea. A los supervisores se les pone en una situación imposible, hay que ser claro con ello", ha remarcado Gortázar.
El directivo, por último, ha asegurado que la proposición de ley que han presentado PSOE y Unidas Podemos es "contraproducente", pues las crisis pasadas han demostrado que cuando el sector financiero se halla en una buena posición, estas son más cortas y menos profundas.
"Nos enfrentamos a un escenario económico difícil y lo que vivimos en el país en 2012 nos debe decir bastante", ha indicado Gortázar, que ha recordado asimismo que un 30% de los beneficios de CaixaBank van a la Obra Social de la Fundación La Caixa y que en momentos de dificultades económicas esta labor es más necesaria que nunca.
"Tenemos que ser claros con las consecuencias de este tributo", ha avisado.
Pese a su total desacuerdo con este nuevo impuesto, Gortázar ha asegurado que la relación con el Gobierno "siempre ha sido buena y sigue siendo buena", y ha apostado por mantener el diálogo abierto para intentar dar un paso atrás en esta medida.
También ha pedido separar la decisión del Ejecutivo de crear esta tasa con su presencia en el consejo de administración de CaixaBank a través del FROB, que ostenta un 16% del capital.