El Gobierno propone variar las indemnizaciones a los trabajadores según su situación personal
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha puesto encima de la mesa la propuesta de un "despido reparativo o restaurativo", es decir, que las indemnizaciones se calculen en función de la situación personal y profesional del trabajador, algo que ya es una realidad en Europa.
Durante su intervención en la mesa "Reforma laboral y futuro del mercado laboral", en el marco de unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica, Díaz ha apostado este miércoles por indemnizar de manera diferente en función del impacto del despido en la vida de la persona afectada.
En este sentido, la también ministra de Trabajo y Economía Social ha explicado que si un joven preparado y formado es despedido va a poder reincorporarse al mercado de trabajo fácilmente, por lo que no va a necesitar la misma indemnización que un "señor de una edad" cuya carrera se ve frustrada al ser despedido.
"El carácter reparativo" de la indemnización ha de ser diferente, y esto se tiene en cuenta en Europa, ha dicho la vicepresidenta, quien ha reconocido que es un tema que está tratando "con mucha anticipación" porque será debatido en el marco del Estatuto del Trabajo.
No obstante, ha considerado que se debe eliminar "el edadismo del mercado de trabajo" en España, porque se habla mucho de los jóvenes y "el problema está en los mayores de 45", un millón de personas a las que no se da una oportunidad cuando están en lo mejor de su profesionalidad.
Además, ha pedido a los agentes sociales voluntad de negociación para subir los salarios y por ello les ha solicitado que vuelvan a una mesa a la que no se sientan desde el pasado 5 de mayo y en un momento en el que los datos de convenio "son muy malos" y "sería conveniente que avancemos".
"Hay que subir los salarios", ha reiterado Díaz, quien ha recordado que el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha pedido una subida del 5 % de los salarios europeos ante el riesgo "real" de morosidad y de empobrecimiento y teniendo en cuenta que la subida salarial no ha provocado la inflación.
En este contexto, y con las previsiones de muchos organismos de que haya una recesión técnica en los próximos trimestres, Díaz ha dicho que hay que ser prudentes porque hay una "enorme incertidumbre" y una "nebulosa que no nos deja ver qué va a pasar en los próximos meses", lo que obliga a rectificar las previsiones constantemente.
Concretamente sobre las previsiones de la AIReF, ha dicho que hablan de "una caída pequeña y no de recesión", lo que quiere decir -según la ministra- que en términos de empleo va a tener un impacto menor de lo previsto.
Preguntada por el estatuto de los "mal llamados" becarios, ha subrayado que "si hay posibilidad de alcanzar un acuerdo", va a "dedicar el tiempo necesario", ya que "es un tema muy importante y un enorme resquicio de precariedad que tiene que ser tratado de manera específica y con mucho rigor".
"Prefiero un acuerdo que ganar", ha insistido la vicepresidenta, al tiempo que ha dejado claro que a ella lo que le preocupa es el país.
Sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), ha insistido en que nunca acude a una mesa a negociar con una cantidad y ha reconocido que prefiere alcanzar un acuerdo a cualquier otra consideración, ya que así tiene "la garantía de la legitimación social" y el mensaje que se da a la sociedad, sobre todo en un momento de incertidumbre como el de ahora.
En la actualidad, una comisión de expertos se encuentra trabajando en este asunto para hacer una propuesta al Gobierno y será en el mes de diciembre cuando la ministra convoque la mesa del diálogo social, para tener ya la cifra media de inflación, el lugar donde se decidirá esa subida.