Más de un de un millón de jóvenes con contratos laborales estables y que, por lo tanto, tienen solvencia, aún no pueden llegar a emanciparse, según la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima).
En una jornada sobre vivienda organizada por El Economista, la presidenta de Asprima, Carolina Roca, ha recalcado que "la demanda no frena, con un déficit de 120.000 viviendas al año".
"Hay que recuperar la rueda de la producción", ha insistido Roca, quien ha asegurado que en cada nuevo desarrollo se puede destinar un 40% a vivienda asequible.
Debido a la corta producción de pisos al año, "todo el peso se traslada" a la vivienda usada y se disparan los precios, ha comentado.
A su juicio, si se incrementase la producción de vivienda nueva "se conseguiría distensionar el precio de la usada, y más cuanto más vivienda asequible se construya".
Roca ha sido crítica con la nueva ley de vivienda, aprobada en el final de la legislatura, ya que la ha calificado como "una medida a la desesperada que, tras ver el fracaso de la vivienda pública, interviene el mercado libre".
"La verdadera ley de vivienda es la ley del suelo", ha precisado la presidenta de Asprima, quien ha apostillado que en la Comunidad de Madrid ve "más factible que nunca" esa posibilidad en la nueva legislatura autonómica.
El informe de Asprima, al que ha hecho referencia su presidenta, aporta cinco medidas clave relacionadas con el suelo, que lo tilda de escaso y caro; con la tramitación de licencias (18 meses para obtener una licencia y otros tantos para construir) y con la reducción de la fiscalidad, así como con la financiación y la formación profesional para una mano de obra cualificada que reemplace a las actuales plantillas.