Un protocolo favorecerá la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social
El consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, han firmado un protocolo a través del cual se unifican en la Comunidad las actuaciones de los servicios sociales y los de empleo en la atención a las personas en situación de exclusión social o en riesgo de ella, con el objetivo de que esa asistencia ofrezca una mayor coordinación y colaboración entre los profesionales de ambas áreas.
La atención a estas personas se prestará de manera integral, con la coordinación entre el SEF, el IMAS y la Dirección General de Familia y Políticas Sociales, pero también con los Servicios Sociales de Atención Primaria en los municipios y las entidades de iniciativa social que trabajan a diario con estas personas, como por ejemplo Cáritas, Cruz Roja o Fundación Secretariado Gitano.
Así, este protocolo activa una metodología única para todos los actores involucrados en la asistencia a este colectivo, orientada a mejorar su inserción sociolaboral, y a implantar un único sistema de derivaciones. Se pondrán en común los objetivos, metodologías y herramientas de estos departamentos, de cara a proporcionar esa actuación conjunta.
Tras la firma del protocolo se celebró una jornada de formación conjunta de profesionales de estos organismos, dentro de la Red de Inclusión Social. Esta red funciona como un espacio de intercambio y de diálogo, financiado y promovido por el Fondo Social Europeo para mejorar las políticas y la práctica para la inclusión social.
El consejero Juan Hernández destacó que “con este protocolo unificado queremos poner en el centro a la persona, que todos los recursos de las Administraciones se pongan a su disposición con el único objetivo de acercarle a la inclusión social y al empleo. La Región está generando actividad económica y puestos de trabajo, y es prioritario no dejar a nadie atrás en ese proceso”.
Además, Hernández subrayó que “la Comisión Europea establece dos recomendaciones a los países miembros en la atención a este colectivo: proporcionar una asistencia individualizada, y que se produzca de manera coordinada entre los profesionales de las distintas áreas involucradas. Pues bien, este protocolo responde precisamente a esos principios”.
“Ocho de cada diez casos de exclusión social están directamente relacionados con el paro, que suele ser además de larga duración. Por tanto, cada vez que una empresa invierte y crea puestos de trabajo, es un éxito contra la exclusión social”, añadió Hernández.
La coordinación se reforzará desde la primera fase del proceso, el análisis individualizado de cada caso, para continuar con la acreditación, si procede, de que se trata de una persona en situación o riesgo de exclusión. A continuación, se concreta un itinerario de inserción sociolaboral para estas personas, y finalmente se produce una derivación a los diferentes servicios que ofrezcan los recursos que cada persona precise.
COLECTIVO PRIORITARIO. Por su parte, la consejera Violante Tomás afirmó que “facilitar el acceso a un empleo a personas con mayores dificultades es un objetivo prioritario del Gobierno regional que llevamos a cabo a través de las organizaciones sociales y ONG”.
“Las personas en situación de riesgo o exclusión social presentan dificultades añadidas que les sitúan en desventaja a la hora de buscar empleo, por lo que es necesario complementar las acciones encaminadas a la inserción laboral con actuaciones dirigidas a promover la adquisición de competencias personales”, añadió.
Además de acciones dirigidas a la inserción laboral, los itinerarios que se marcan a estas personas incluyen actuaciones destinadas a promover la adquisición de hábitos y competencias personales y laborales, superar dificultades y acompañamiento social durante todo el proceso.
Para la elaboración, desarrollo y seguimiento de estos itinerarios se establecen mecanismos de coordinación con los servicios sociales de atención primaria, así como con otras entidades, públicas y privadas, como las oficinas de empleo y las de Juventud de la zona. Cuando la persona avanza en el itinerario se deriva al servicio de orientación del SEF, como puerta de entrada a los recursos normalizados de empleo, y para que continúe su itinerario de inserción laboral.