Bankinter mantiene su objetivo de ganar 550 millones en 2023 pese a la guerra
Sin embargo, la máxima ejecutiva de la entidad ha reconocido que lograr esa meta les exigirá "exhibir grandes dosis de trabajo, dedicación y determinación".
Bankinter mantiene su objetivo de obtener un beneficio neto de 550 millones en 2023, sin ningún tipo de extraordinarios y ya sin la aseguradora Línea Directa en sus cuentas, a pesar de la incertidumbre que genera la invasión de Ucrania y los "efectos corrosivos" sobre la economía de la inflación.
Durante su discurso en la junta de accionistas, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha insistido en que harán todo lo posible por conseguir ese objetivo de beneficio, que es el mismo que el banco consiguió en 2019 pero entonces contando con la contribución de Línea Directa.
Sin embargo, la máxima ejecutiva de la entidad ha reconocido que lograr esa meta les exigirá "exhibir grandes dosis de trabajo, dedicación y determinación" porque no ha desaparecido una dificultad (en alusión a la crisis financiera) cuando aparece otra (como la pandemia) y luego otra más complicada todavía (como la guerra de Ucrania). Y esa situación multiplica el nivel de incertidumbres y ante ellas, ha reconocido, "es difícil no sentirse abrumado".
Aun así, Dancausa se ha mostrado optimista sobre el futuro de Bankinter sin pasar por alto algunas secuelas de la pandemia como una "escalada brusca" en los precios de la energía, y, sobre todo, una inflación de niveles desconocidos en los últimos 40 años.
LOS PELIGROS DE LA INFLACIÓN. La consejera delegada de Bankinter ha recordado que en un principio se pensó que la inflación tendría el comportamiento de un "fogonazo efímero", pero desgraciadamente no ha sido así, y tras "enseñar con claridad sus colmillos" en el segundo trimestre del pasado año, la inflación no ha hecho otra cosa que crecer y afianzarse. Y todo ello, ha advertido, tiene "efectos corrosivos" sobre toda la actividad económica porque la inflación es el "asesino silencioso" para la economía y el bienestar de los ciudadanos, como lo es la tensión alta en el organismo humano. "Se lleva por delante los ahorros de las personas, y sobre todo destruye la confianza en la moneda y en el sistema económico", ha insistido Dancausa.