CaixaBank y Banco Sabadell cumplen un año del traslado de sus sedes sociales
CaixaBank y Banc Sabadell cumplen esta semana un año del traslado de sus sedes sociales a Valencia y Alicante, respectivamente, una decisión que resultó difícil de tomar para ambos bancos pero que ahora no se plantean corregir.
El banco presidido por Josep Oliu fue la primera gran empresa del Ibex en dar el paso de llevarse la sede social a otra comunidad, una decisión que se materializó el 5 de octubre de 2017 y que llevó a la entidad vallesana a ubicar su sede social en Alicante.
Por su parte, el consejo de administración de CaixaBank acordó el traslado a Valencia al día siguiente, el 6 de octubre.
Ambos bancos se vieron abocados a tomar esta decisión como consecuencia de la crisis política que se desencadenó tras el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Después de la votación, aumentó la preocupación por la posibilidad de que se consumara una declaración unilateral de independencia de Cataluña y el temor a un 'corralito' se trasladó a una parte de los clientes de los bancos catalanes.
Durante esos días posteriores al 1 de octubre se multiplicaron las salidas de depósitos y la creación de cuentas de esas mismas entidades en otras comunidades, las llamadas 'cuentas espejo', y estos movimientos llevaron a los dos principales bancos catalanes a trasladar la sede social a la Comunidad Valenciana para garantizar que, pasara lo que pasara, seguirían bajo el paraguas del Banco Central Europeo (BCE).
Ambas entidades justificaron la modificación de la sede social y de la fiscal "para proteger los intereses de clientes, empleados y accionistas".
A pesar de mover tanto la sede social como la fiscal fuera de Cataluña, lo que ha llevado a ambos bancos a celebrar en la Comunidad Valenciana sus respectivas Juntas Generales de Accionistas, ambas entidades siguen teniendo en Cataluña sus servicios centrales.
CaixaBank pudo trasladar su sede social a Valencia gracias a un decreto ley aprobado por el Gobierno el mismo 6 de octubre de 2017, que permitía a las empresas trasladar el domicilio social a otra comunidad sin necesidad de contar con el aval de la Junta General de Accionistas.
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, aseguró en abril, durante la Junta de Accionistas celebrada en Valencia, que el traslado del domicilio social fue "la mejor solución posible" ante la crisis política en Cataluña, mientras que el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, ha dejado claro en diversas presentaciones de resultados que el traslado no es temporal, sino definitivo.
Por su parte, Josep Oliu explicó en la presentación de los resultados de 2017 del banco que es "complicado" que la entidad decida ahora volver a situar su sede social en Cataluña, y añadió que no se sentía "exiliado" en Alicante, sino "muy cómodo".
También Banco Mediolanum y la cooperativa Arquia Banca se llevaron la sede social fuera de Cataluña - la primera a Valencia y la segunda a Madrid - como consecuencia de la crisis política, por lo que Cataluña pasó en apenas una década de tener la sede social de una decena de cajas a quedarse sin ningún banco con sede social en la comunidad.
Y es que, teniendo en cuenta las sedes sociales, Cataluña retiene prácticamente solo la sede de la cooperativa de crédito Caja de Ingenieros.
Este movimiento de sedes de los grandes bancos ha provocado que las presentaciones de resultados se hagan también fuera de Cataluña, y ha llevado a altos directivos de ambos bancos a pasar menos tiempo en Barcelona y más en otras ciudades españolas, como Madrid.