Cartagena autoriza obras en Repsol por más de 3 millones de euros
Esta planta tendrá capacidad para producir 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados como biodiésel, biojet, bionafta y biopropano, para su uso en aviones, barcos, camiones o coches.
El ayuntamiento de Cartagena ha autorizado la instalación de nuevas unidades en Repsol, dentro del proyecto C-46, por un importe de 3,4 millones de euros.
La responsable de Urbanismo, Ana Belén Castejón ha explicado que “el Valle de Escombreras es un polo energético mundial, que sigue creciendo y mejorando, con instalaciones renovadas y con una firme apuesta por la sostenibilidad. Claro ejemplo de ello es la planta que está construyendo Repsol, y que es la primera planta de biocombustibles avanzados de España".
Desde la concejalía de Urbanismo -ha añadido- "redoblamos el compromiso con el sector industrial de Cartagena, agilizando en la medida de lo posible toda la tramitación administrativa para que no sólo se puedan llevar a cabo las nuevas instalaciones industriales, sino para que puedan generar puestos de trabajo de calidad”, ha destacado la vicealcaldesa.
En concreto, Urbanismo ha dado el visto bueno a la declaración responsable presentada por la empresa para la instalación de un nuevo compresor de fuel gas para la alimentación de una unidad ya existente y de otra nueva, que contribuirá a mejorar la eficiencia energética de la planta de Escombreras, reduciendo la producción neta de vapor de alta presión sin aumentar la producción de hidrógeno.
De esta forma, Repsol consumirá los excesos de producción de fuel gas en el complejo del Valle de Escombreras. Repsol inició el pasado 7 de marzo la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en la que está invirtiendo 200 millones de euros.
Esta planta tendrá capacidad para producir 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados como biodiésel, biojet, bionafta y biopropano, para su uso en aviones, barcos, camiones o coches, y que permitirán reducir 900.000 toneladas de CO2 al año.
Las nuevas instalaciones, que entrarán en funcionamiento en el primer semestre de 2023, forman parte del proceso de transformación que Repsol ha puesto en marcha en sus complejos industriales para descarbonizar sus procesos y fabricar productos con baja, nula o incluso negativa huella de carbono.