sábado. 23.11.2024

En el proceso de cambio de marca y logo, que se extenderá durante los próximos seis a doce meses en Murcia, BBVA ha involucrado a sus empleados y clientes, a través de más de 4.800 entrevistas durante la fase de desarrollo.

 

Si bien una parte importante de los cambios será más evidente en los próximos meses, BBVA ya ha actualizado la marca en casi 1.000 edificios en todo el mundo, entre ellos, la sede central de Ciudad BBVA en Madrid, y otras ciudades como Buenos Aires o Ciudad de México. Asimismo, cambiará la identidad en el entorno digital, a un ritmo más rápido que en los espacios físicos.

 

La nueva identidad ha sido diseñada especialmente para el creciente entorno digital en el que opera BBVA y es un ejemplo de los valores del grupo, en particular el de ‘Somos un solo equipo’, que enfatiza la importancia de los empleados y su compromiso con el proyecto que es BBVA. Al mismo tiempo, refleja el propósito del banco: poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era.

 

El logo conserva elementos ya conocidos para BBVA -específicamente el color y el uso de mayúsculas-, pero introduce una nueva tipografía y un diseño que le otorgan más versatilidad y funcionalidad en plataformas y canales digitales.

 

El cambio también enfatiza el compromiso de BBVA de ofrecer a sus clientes productos y servicios globales -propios de una compañía digital global- a través de un único proceso de desarrollo de soluciones que fomenta la colaboración global, priorización de recursos, mejor ‘time to market’ y adaptaciones en cada mercado.

Pero también existen otros argumentos que justifican la idoneidad del cambio, como explicó el consejero delegado Onur Genç a los más de 125.000 empleados del Grupo. “Este cambio tiene muchos beneficios evidentes. El primero de ellos es seguir construyendo nuestra transformación digital. Esta es nuestra visión: como banco tenemos que evolucionar desde ser un banco -un proveedor de infraestructura para la gestión del dinero- y convertirnos en un asesor financiero digital y global”.

 

 

Al respecto, el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, añadió que “hoy estamos inmersos en una verdadera revolución, una revolución digital, una revolución de los datos. En el mundo digital, lo que importa es la experiencia del cliente y en eso nos hemos concentrado. Queremos desarrollar una mejor propuesta de valor, que ayude a las personas y a las empresas en sus necesidades reales, en su vida personal y en sus negocios, para que tomen las mejores decisiones financieras”.

 

En el caso de las oficinas, BBVA cuenta con más de 8.000 en todo el mundo, desde sucursales a edificios corporativos, cada una con innumerables logos en sus instalaciones que se verán modificados. Y en algunos edificios de Ciudad de México o Buenos Aires, los logos se sitúan a cientos de metros del suelo. La torre BBVA en México, por ejemplo, tiene una altura de 235 metros.

 

En el terreno digital, el grupo cuenta con unas 3.000 aplicaciones y plataformas que actúan de punto de contacto entre el banco y los clientes. Todas ellas también verán incorporadas la nueva identidad de marca de manera progresiva.

 

Rob Brown, responsable global de Marketing de BBVA, afirma que “logísticamente es una tarea enorme, pero merece la pena cada minuto que se dedique a ella”. Para el ejecutivo, “el cambio que estamos anunciando hoy realmente marca la dirección futura de BBVA. Se trata de unificar la forma en que nos ven nuestros clientes en todo el mundo. Independientemente del país, BBVA ahora se ve, se siente y suena igual. Y eso es muy importante, porque nuestro compromiso es ofrecer los mismos productos y servicios globales a todos nuestros clientes, independientemente de su procedencia”.

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