El 79% de la energía que consume BBVA en el mundo es de origen renovable

La entidad pone el foco en el uso de energías renovables para contribuir a la descarbonización

Para garantizar una reducción en el consumo de agua, el banco apuesta por los sistemas de reciclaje de aguas grises o la recirculación de aguas para el riego de las sedes en España y México.

BBVA ha superado en nueve puntos el objetivo marcado en su Compromiso 2025, donde se establece que, a partir de ese año, el 70% de las energías consumidas por la entidad deben ser renovables. Así, en 2021, el 79% de la energía consumida en sus instalaciones procede de energías limpias, dato que contrasta con el 39% alcanzado en el año 2019. En España, Portugal, Colombia, Uruguay y Turquía el 100% de la energía consumida por BBVA es ya de origen renovable; y en México alcanza un 75%.

 

La estrategia de cambio climático de BBVA -recogida en el Compromiso 2025-, pretende, por un lado, una reducción del 68% de las emisiones de CO2 de Alcance 1 y 2 -las de alcance 1 son emisiones directas producidas por quema de combustibles por parte del emisor, y las de alcance 2 son emisiones indirectas generadas por la electricidad consumida y comprada por el emisor- respecto a 2015 y, por otro, un consumo de un 70% de energía de origen renovable en 2025, llegando al 100% en 2030.

 

Adicionalmente, BBVA ha establecido otros objetivos ambiciosos en su estrategia climática. Estos se recogen en el Plan Global de Ecoeficiencia, vigente desde 2008, y que en 2021 se ha renovado para el periodo 2021-2025

 

Con el objetivo de disminuir la huella ambiental, BBVA pone el foco en el uso de energías renovables para contribuir a la descarbonización de los mercados donde el Grupo tiene presencia.

 

Igualmente, BBVA impulsa una serie de medidas en materia de ahorro para controlar el consumo. Así, para garantizar una reducción en el consumo de agua, el banco apuesta por los sistemas de reciclaje de aguas grises o la recirculación de aguas para el riego de las sedes en España y México, además de la instalación de urinarios secos en sus edificios en España. También se han implantado medidas de ahorro energético en la gestión de los inmuebles, y se han priorizado la digitalización y centralización de impresión para reducir el consumo de papel.