El CEBAS y Cajamar aúnan esfuerzos para optimizar el uso del agua de riego
Se busca ofrecer recomendaciones sobre estrategias de gestión más sostenibles que permitan garantizar la productividad de las plantaciones a largo plazo.
Cajamar Caja Rural, el CEBAS-CSIC y la unidad asociada del IVIA al CSIC ‘Riego en la Agricultura Mediterránea’ han firmado un acuerdo de colaboración dirigido a diseñar estrategias de conservación de suelo y programas de riego. El objetivo es cuantificar las respuestas productivas del almendro y otros frutales frente al riego aportado y poder ofrecer recomendaciones sobre estrategias de gestión más sostenibles que permitan garantizar la productividad de las plantaciones a largo plazo.
El director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente, y el director del CEBAS-CSIC, Juan José Alarcón Cabañero, han suscrito este acuerdo, con vigencia de tres años, que también pretende definir la conveniencia de emplear prácticas de manejo de los huertos como el acolchado del suelo o las mallas de sombreo capaces de reducir los consumos de agua, optimizando la productividad de las plantaciones.
Asimismo, con esta firma las tres entidades se comprometen a realizar jornadas de transferencia, y elaborar libros y manuales sobre prácticas de uso de agua eficientes en fruticultura, favoreciendo de este modo que el sector agrario este constantemente informado sobre cualquier avance en la materia.
ESCASEZ DE RECURSOS. La fruticultura mediterránea es una actividad económica altamente competitiva que contribuye muy positivamente al balance comercial de la economía española. En la actualidad, la escasez de los recursos hídricos, seguramente agravada por el cambio climático y la presión de otros usuarios por este recurso natural, hace necesario buscar estrategias para optimizar el uso del agua incrementando la eficiencia del riego sin mermar la productividad de los cultivos e incluso mejorando la calidad de las cosechas.
La introducción cada vez más generalizada del cultivo del almendro, supone además un reto añadido para el sector, que deberá ser capaz de sostener rendimientos sostenibles con un uso eficiente de los recursos hídricos y edáficos. En este sentido, este acuerdo pretende mejorar la disponibilidad de los recursos hídricos y facilitar el cultivo del almendro y otros cultivos leñosos.