El Gobierno Carmena dice que la disputa Baraka-Riu por el edificio España es "un conflicto de particulares"
Casanova pidió que se paralizaran las obras porque Riu se negaba a hacer obras de refuerzo en la estructura
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible de Madrid José Manuel Calvo, ha dicho que el ayuntamiento de la capital está tranquilo respecto a la seguridad en las obras del Edificio España y ha enmarcado la petición del Grupo Baraka de que se paralicen las mismas en un "conflicto entre particulares".
Al término de la comisión municipal de su área, el concejal de Ahora Madrid ha explicado a los periodistas que el Consistorio madrileño ha hecho seguimiento de estas obras de manera particular y que los técnicos han verificado que se han acometido "siempre de acuerdo en la licencia", y que cuando ha habido modificaciones "siempre se han hecho a favor de la seguridad estructural".
"Estamos muy tranquilos con las obras y todo lo demás creo que forma parte de un conflicto entre dos particulares que tienen que resolverlo", ha afirmado el delegado.
En caso de no encontrar problemas en las obras, el Consistorio archivará el recurso interpuesto ayer por el Grupo Baraka, que solicitó la paralización de las obras a Desarrollo Urbano Sostenible y también ante los juzgados de primera instancia.
Baraka enmarcó la denuncia justificando que la mallorquina RIU, que prevé abrir un hotel con zona comercial en el edificio, se negaba a hacer obras de refuerzo en la estructura y acusó al grupo hotelero de primar la reducción de costes y plazos a la seguridad.
El pasado 3 de septiembre, Riu aseguró que estaba acometiendo las "obras de remodelación y mantenimiento pertinentes para reforzar la estructura y garantizar la conservación" de las fachadas "laterales y frontal" del Edificio de España, "conforme establece la Ley de Protección de Edificios Históricos".
La cadena hotelera respondía así a al empresario de Baraka Trinatario Casanova, quien la acusó de no construir el inmueble conforme a lo "pactado".
El 21 de agosto, Baraka informó de que había demandado a la hotelera, a la que le vendió el edificio en junio de 2017, ante los juzgados de Madrid por incumplimiento de contrato ante la negativa de Riu a escriturar 15.000 metros cuadrados comerciales del inmueble comprometidos a favor de Baraka Renta. Entonces dijo que pediría la paralización cautelar de las obras.
Ese mismo día, Riu informó de que había iniciado negociaciones para vender dicho área comercial a un fondo y aseguró que no era cierto que Baraka tuviera derecho de compra sobre la misma.