Las empresas familiares señalan la inflación y la fragmentación geopolítica como riesgos para su crecimiento
La Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) ha reunido a representantes de empresas familiares de la Región para celebrar su XXVII Asamblea General Ordinaria. Durante el acto se han aprobado las cuentas del ejercicio anterior y se han analizado los retos económicos y geopolíticos a los que se enfrenta este colectivo, que representa el 92% del tejido empresarial.
El encuentro ha estado inaugurado por el presidente de Amefmur, José María Tortosa. En su discurso ha señalado que “las empresas familiares representan una forma de entender la actividad económica, aportando a los mercados un mensaje de continuidad que debe ser particularmente valorado. Por ello, debemos entre todos ser capaces de enfatizar el valor que la estabilidad y el compromiso a largo plazo añaden a las compañías”. Además, ha señalado la necesidad de “potenciar la colaboración público-privada para garantizar el legado”.
A la cita, patrocinada por Pictet, han acudido, entre otros, el presidente de Honor de Amefmur, Tomás Fuertes; el presidente de CROEM, José María Albarracín; el managing director Pictet Wealth Management Iberia, Luis Sánchez y el CEO de Pictet Wealth Management Iberia, Pedro González.
Durante la jornada, el responsable de inversiones de Pictet Wealth Managment, César Pérez, ha ofrecido la conferencia ‘Visión de mercados financieros y geopolítica’. En su intervención ha explicado que “la situación actual es de rivalidad multipolar en un mundo menos integrado, donde el control de medios de producción, la resiliencia industrial y la seguridad del suministro son temas prioritarios”. Por este motivo, indicó que los incentivos fiscales se usarán cada vez más y los impuestos subirán para financiar grandes programas de inversión.
También ha señalado a la inflación como otra de las principales barreras económicos para seguir creciendo. “Los mayores costes de endeudamiento, las tensiones de precios de las materias primas, la escasez de recursos naturales y de mano de obra o el coste de la transición energética pueden requerir mayor inversión en bienes de capital y presentar dificultades para mantener los márgenes de beneficios en los próximos años”, ha explicado Pérez. Por todo ello prevé que la inflación continuará estructuralmente por encima del nivel anterior a la pandemia.
Otra de los retos planteados en el encuentro ha sido la lenta normalización gradual de las políticas monetarias y fiscales. En relación con este tema, César Pérez ha indicado que “el lamentable estado de las finanzas públicas animará a los gobiernos a buscar nuevas fuentes de ingresos. En todo caso en la Eurozona el tipo de los depósitos bancarios del BCE debe converger hacia 2,5%”.
En última parte de la charla se han identificado las oportunidades de desarrollo y crecimiento para las empresas. En ese sentido, el directivo de PICTET ha indicado que “la agresiva lucha de los bancos centrales contra la inflación y el efectivo vuelven a positivo, recuperando su papel como clase de activo”. También ha destacado que la deuda soberana a largo plazo de países desarrollados, excepto Japón, proporciona un cupón aceptable.
“Incluso la renta fija de alta calidad vuelve a ser atractiva -ha añadido- por ello, los bonos soberanos y la deuda empresarial en relación con la inversión deben formar una parte mayor de las carteras, pues aportan rentabilidad sin aumentar el riesgo”.
Además, ha afirmado que la deuda privada ha demostrado resistencia y puede contribuir de modo significativo a la diversificación. “Las entidades no bancarias están dispuestas a proporcionar crédito personalizado a largo plazo y es previsible que aumenten los préstamos privados. Ahora bien, el endeudamiento excesivo puede hacer resurgir una saludable vuelta a lo básico”, ha concluido.